Cuando se habla de padecimientos médicos, la epilepsia y embarazo es uno muy importante que se debe considerar al encontrarse en gestación.
Es común encontrar que los medicamentos no se absorben de manera correcta por la madre, que actúen de forma distinta o es común que si la paciente embarazada presenta vómitos, con ellos regrese los medicamentos antes de que estos hagan el efecto necesario para evitar convulsiones.
Síntomas de la epilepsia en el embarazo
Se suelen presentar convulsiones de forma más recurrente, además de síntomas que incluyen los siguientes:
- Pérdida de la memoria.
- Dolores de cabeza sin causa aparente.
- Confusión.
- Cambios en los niveles de energía.
- Cambios de humor.
Es importante estar atentos, pues la epilepsia y embarazo son dos condiciones que deben ser monitoreadas de cerca por un médico.
¿La epilepsia es hereditaria?
En la mitad de las personas que padecen epilepsia no se reconoce la causa de la misma, pero hay casos en los que el origen o causas pueden ser una de las que se mencionan a continuación:
- Genética: la epilepsia es clasificada según la parte del cerebro que se ve afectada y muchas veces suele ser cuestión hereditaria. Esto quiere decir que existe influencia de los genes.
- Trastornos del desarrollo: algunas veces este padecimiento se ve relacionado con trastornos que influyen en el desarrollo como el autismo.
- Lesiones prenatales: si antes de que el bebé naciera la madre sufrió una infección, desnutrición o deficiencia de oxígeno puede derivar en daños cerebrales que den origen a la epilepsia.
- Infecciones: El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la meningitis y encefalitis, entre otras infecciones, pueden ser la causa de epilepsia.
- Anomalías en el cerebro: los tumores en el cerebro y malformaciones arteriovenosas o cavernosas pueden ser la causa de epilepsia en algunas personas.
Epilepsia en bebés
La epilepsia infantil es cuando se hacen presentes convulsiones de manera repetitiva, aunque es importante aclarar que el hecho de que un bebé o un niño presente una convulsión no quiere decir que padece de epilepsia.
Una de las causas más comunes de una crisis convulsiva en menores es una fiebre muy alta.
Aunque si tu hijo llega a presentar una convulsión es importante que visiten un centro neurológico con especialidad en pediatría con el fin de determinar si se ha presentado una convulsión por fiebre o si se trata de un caso de epilepsia en bebés o niños.
Diagnóstico de epilepsia en bebés y niños
Regularmente, el diagnóstico de epilepsia infantil se lleva a cabo cuando el menor ha presentado convulsiones sin motivos aparentes, como podría ser la fiebre, y que se presentan en más de una ocasión.
El médico especialista realizará una serie de pruebas para un diagnóstico certero, las pruebas incluyen lo siguiente:
- Historial médico del menor: es vital que se realice una correcta historia clínica donde se analice el desarrollo psicomotor.
- Descripción a detalle de la convulsión: las personas que se encontraban presentes en el momento del ataque deberán describir detalladamente lo sucedido, cómo se veía el niño antes de la crisis y la duración de la misma.
- Exploración neurológica y física del niño: revisando la presencia de alteraciones cutáneas, se realiza un examen cardiovascular y un estudio neurológico para identificar signos de hipertensión intracraneal.
- Antecedentes familiares: si en su árbol genealógico existieran familiares con epilepsia es importante hacérselo saber al médico.
También hay una serie de exámenes que pueden ayudar a complementar la valoración clínica y ayudar en el correcto diagnóstico, los estudios son:
- Resonancia magnética.
- De laboratorio
La epilepsia es una enfermedad crónica que tiene diversas causas, las cuales se encaminan a la presencia de una crisis epiléptica.
Cada padecimiento es distinto y por lo tanto requiere un tratamiento personalizado, es por esta razón que se necesita que se realice un correcto diagnóstico del tipo de epilepsia que padece el menor para poder brindarle un control y un tratamiento adecuado acorde a sus necesidades.
Además del cuidado de la epilepsia infantil, es importante llevar un seguimiento detallado de la epilepsia y embarazo a lo largo de toda la gestación, pues se necesitan cuidados muy específicos.