SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
El bullying es un fenómeno social de graves consecuencias, debido a su proliferación en diversas partes del mundo se ha convertido en un delito en el cual no nada más es responsable el acosador, sino también el resto de los no implicados: observadores, testigos, docentes y familiares.
La pérdida de valores ha traído como consecuencia este grave fenómeno que viene desde fines de los años 70 y al no haber actuado oportunamente se ha venido convirtiendo en violencia perjudicando a todas las subsecuentes generaciones. El acoso escolar no es ya una travesura, porque causa daños a las víctimas o a los alumnos acosados.
Las consecuencias van creciendo al grado de hacer sufrir a sus víctimas tanto física como psicológicamente. El hecho de que sean menores de edad no los exime de las acciones jurídicas, toda vez que es una conducta típica, antijurídica, culpable y punible como todo delito. La edad que marca la ley para incurrir en este delito está entre los 12 y 18 años, y en el caso de los menores de 12 años, serán sujetos de rehabilitación o asistencia social en instituciones públicas y privadas bajo la tutela de los padres.
En caso de no ser atendido oportunamente, el problema que viene después es la comisión de delitos como el homicidio, el robo, las lesiones, el abuso sexual, la discriminación e incluso la inducción al suicidio.
Todo aquel que tenga conocimiento de una práctica de acoso escolar es responsable social y jurídicamente.
En resumen, el acoso escolar es una agresión compuesta por amenazas hostiles, físicas y verbales, que se repiten una y otra vez contra un menor o estudiante, provocándole angustia y poniéndolo en desventaja frente a su acosador.
Además de la pérdida de valores, el bullying es provocado ante la ausencia de los padres, que traen insensibilidad de los agresores ante el sufrimiento que le provocan a su víctima, no miden la fuerza y el dolor que causan, otra razón para convertirse en buleador es el haber sufrido o sufrir maltrato familiar o la precariedad económica, aunque esto no justifica la agresión, pero sí la explica.
Es importante que los padres del menor acosado o buleado se den cuenta de que su hijo está en peligro, una de las señales es la baja en el rendimiento académico, la depresión, el miedo a ir a la escuela y el deterioro de la salud física.
LA CRUDA REALIDAD EN MÉXICO
En México, la realidad supera a la ficción y recientemente tras una salvaje agresión murió Norma Lizbeth, una estudiante menor de 14 años que recibió una brutal golpiza que le propinó una compañera de secundaria en el Estado de México, ante la indiferencia de sus compañeros que grabaron los golpes, se rieron a carcajadas y alentaron la pelea, sin que nadie intentara separarlas, hasta que llegó una patrulla de la policía y todos salieron corriendo.
El acoso escolar o bullying es un problema que ha venido creciendo en las escuelas de México, una de las causas que lo provocan es la discriminación. En el caso de Norma Lizbeth fue su color de piel lo que la puso en la mira de su agresora. La presunta agresora de nombre Azahara Aylin junto con su madre huyeron hacia la frontera con los Estados Unidos donde finalmente fueron detenidas y serán vinculadas a proceso por homicidio calificado.
Norma Lizbeth, la menor que fue molida a golpes, murió por traumatismo craneoencefálico y ahora todos piden justicia, aun cuando en el momento en que sufrió la agresión, nadie intervino, ni maestros ni compañeros de escuela. Imperó la indiferencia y los gritos alentando la violencia.
LA GLORIA
Una de las series más vistas en la actualidad en la plataforma de Netflix es La Gloria, producción coreana que presenta el problema de una manera tan cruda y cruel que tal pareciera que es producto de la ficción. Trata de una alumna que es acosada de tal manera que se ve obligada a dejar los estudios, para evitar seguir siendo agredida por un grupo de cinco compañeros, que la traen de encargo junto con otras víctimas. Una de ellas al sentirse acorralada tiene que saltar de una azotea aterrorizada por su agresora, perdiendo la vida ante la mirada atónita de la principal víctima de acoso, que se convierte luego en maestra de primaria y se dedica a preparar minuciosamente su venganza en contra del grupo de agresores que la atormentaron sin misericordia.
La protagonista logra vengarse, pero de manera indirecta, sin mancharse las manos de sangre, orillando a los agresores a que se vayan haciendo daño entre sí, cumpliendo de esta manera su venganza. Aun cuando no sea lo correcto hacerse justicia por propia mano, es el camino que le queda seguir, toda vez que las autoridades no actúan de manera oportuna. Tuvieron que pasar 18 años para que se hiciera justicia y la principal agresora cayera presa junto con su madre, que siempre la solapó y la sobreprotegió sabiendo todo el daño que causaba a sus víctimas.
Lo negativo es que, al concluir su venganza, la protagonista se convierte en justiciera y ayuda a perpetrar la venganza de otros que han sido víctimas de la violencia directa o indirectamente.
Esta serie retrata el fenómeno del acoso escolar que se da en Corea del Sur; sin embargo, estas agresiones se dan en todas partes del mundo, ante la complacencia de los padres de los agresores y la pasividad o ignorancia de los padres de las víctimas. Los padres de los agresores los sacan del país, compran a la policía, esconden a sus hijos y los sobreprotegen convirtiéndose en cómplices de este delito.
Aun cuando en esta serie, las autoridades son ineficientes, al final hacen lo correcto, porque luego de 18 años meten a la cárcel a la principal agresora y a su madre; sin embargo, la víctima tuvo que ir poniendo en bandeja las pruebas a las autoridades, para que tomaran cartas en el asunto, haciendo justicia.
El doble mensaje de la serie La Gloria es que al no atender a tiempo este fenómeno, la víctima tiene que recurrir a la venganza, lo cual no le da felicidad y se queda atrapada, sin saber cómo seguir con su vida.
La serie es muy recomendable, pero lo más recomendable es poner un punto final al acoso escolar.