Tan inteligente y “tan leído”, don César Camacho debería saber que las calles nunca se toman a favor o en defensa de algo. Siempre en contra, eso sí.
Las que son a favor, don César, se llaman peregrinaciones.
¿Sabe usted por qué le digo esto al ex gobernador mexiquense?
Pues porque hace un par de días el ahora dirigente formal del CEN del PRI, dijo a los liderazgos de lo poco que ya queda de la Central Nacional Campesina que “vienen tiempos retadores en los que tenemos que dar la cara. Tenemos que ir a los medios y, si se necesita, ir a las calles para que nos escuchen fuerte y quedito”.
¿Qué quiere don César Camacho que le escuchemos quedito y fuerte, fuerte y quedito? Pues los argumentos –argucias, dirían algunos– que los priístas van a blandir en los próximos días para apoyar y/o defender la iniciativa de reforma energética que por estas horas estará presentando su líder real Enrique Peña Nieto. Y ya lo decía por ahí uno de mis neoclásicos favoritos: sólo se apoya lo débil. Lo fuerte, lo sólido, no requiere apoyos.
Así que, ¿tomar las calles, don César?
En España la gente ha tomado las calles y el gobierno del Partido Popular se tambalea empujado por las fuerzas opositoras encabezadas por el Partido Socialista Obrero Español. En Brasil millones han salido a las rúas a protestar por el dispendio y la corrupción gubernamental. En muchos otros países, principalmente aquellos del sur del Mediterráneo, la gente se empodera y pone y quita gobiernos. Los indignados crecen como la verdolaga esa que se fuma Vicente Fox.
Cuando un pueblo decide tomar las calles es porque se ha cansado de que abusen de él; es porque ya está harto de promesas y de mentiras, es porque ha tomado conciencia de su poder para hacerse respetar.
Los dirigentes de los partidos, altamente desacreditados en su mayoría, no llaman a tomar las calles, simplemente porque no creen en la gente más que para acudan a las urnas cada tres años donde, a través del paternalismo y el clientelismo, logran comprar su voluntad, legitimando así su permanencia en los cargos públicos para continuar disponiendo del dinero del Estado, que es dinero del pueblo pobre y explotado. Los ricos, lo sabe usted muy bien don César Camacho, no pagan impuestos. No como deberían pagarlos, al menos.
EL TEMOR A AMLO
Muestra don César Camacho lo que mal esconden muchos otros priístas ahora encumbrados. El temor a las convocatorias que Andrés Manuel López Obrador ha hecho para, en principio, acudir a la Plaza de la Constitución el próximo 8 de septiembre y manifestarse en contra de lo que él y sus seguidores consideran una muestra más de entreguismo de los administradores públicos hacia los gobiernos y empresas petroleras extranjeras.
Y así, don César, mal emulándolo, sólo engrandece al moreno tabasqueño.
Porque, ¿cuántas tarjetas de Soriana van a repartir don César y la burocracia partidista para conseguir que las huestes tricolores tomen las calles? ¿Qué conjunto musical o “artista” va a ser el gancho o imán para atraer a las multitudes?
Y ¿ya escogieron avenida, boulevard o calzada para la “toma” de los priístas? ¿Qué tal si es el Eje Lázaro Cárdenas –antes Niño Perdido–, para que haya simbolismo?
¿Y para que el apoyo, don César? ¿Qué, acaso, la iniciativa que a esta hora estaremos conociendo, no se sostiene por sí misma?
¿La podrán tumbar a gritos desde un Zócalo pletórico de manifestantes en contra?
¿Ya pensaría, él que es tan listo y “tan leído”, que una protesta priísta puede ser reprimida por las fuerzas policiales de una ciudad gobernada por el PRD?
O también –espíritu del Pacto–, ¿ya están de acuerdo en eso tricolores y usufructuarios del sol azteca?
Segundas partes nunca fueron buenas, reza el refrán. Tomar las calles, puede decirse, es copyright o patente de quienes están en contra, no de quienes se muestran a favor.
Porque, repito, ¿a poco la iniciativa peñista de reforma energética necesita ser apoyada y defendida en las calles?
¿Tan mal viene? ¿Tan mal que, por eso, don César Camacho está en la calle?
Índice Flamígero: En el diario El Financiero, el reportero Héctor Chávez publicó ayer algunas de las filtraciones que, como adelanto, han soltado desde las principales oficinas públicas. Una de ellas: “La propuesta del Partido Revolucionario Institucional, al que pertenece el Presidente Peña Nieto,no limitaría la posesión extranjera –subrayado en el original– de proyectos petroleros y permitiría en México la competencia contra la CFE en venta de electricidad, de acuerdo con una de las fuentes.”