DIARIO DE ANTHONY
9:44 a.m. …Estuve más de dos horas, ayer en la tarde, PICANDO CON MI PICO EN LA MINA DE CANCIONES DE YOUTUBE… Como un auténtico minero, buscaba y buscaba DIAMANTES…
Aquí y allá, mi dedo daba golpes con mi pico: que su punta decía “CLICK”. Una y otra vez; mi búsqueda, mezclada con sentimientos de esperanza y desesperanza, parecía no rendir resultado alguno.
Mi oído de audiófilo, muy atento, iba captando los primeros acordes de cada pieza, ¡pero nada! Pero entonces seguía y seguía, pasando a la siguiente canción “indie”, en busca de ese diamante, que -yo sabía- no podía dejar e irme a casa sin antes haberlo encontrado.
Y, como un auténtico minero, las piezas que iba yo descargando en mi teléfono, enseguida las guardaba “en mi morral”. “Ya cuando llegue a casa reviso si son diamantes o solamente piedras”, pensaba.
Y es que, siempre así lo he hecho. Cada vez que buscado en YouTube, ésa siempre ha sido mi manera de actuar. Buscar, escarbar, encontrar, guardar… “Y, al llegar a casa, lavar…” “Escuchar cada canción equivale a meter en agua “cada pedazo de objeto encontrado en la mina”.
Y, en este caso, ¿cómo saber si solamente es un pedazo de piedra o un diamante? ¡Pues muy fácil! ¡Basta con escuchar los primeros segundos de la canción, y nada más! Mi oído enseguida lo sabrá, si aquella canción es solamente una piedra más de las muchísimas más que ya existen en YouTube, o si en verdad se trata de una verdadera joya, DE UN AUTÉNTICO DIAMANTE MUSICAL.
Y, ayer en la tarde, mi búsqueda, ¡vaya que si dio un fruto enorme!
No sé qué hora era exactamente. Estaba yo tan extasiado por mi hallazgo que, la verdad, ya no me importó saber qué hora era.
Luego de ya haber escrito durante una hora en una hoja…, lo guardé y me dirigí a tomar agua, para después, finalmente, regresar a acostarme en mi hamaca,
Llevo días ya sin poder ver películas (¡Ya vi todas las que hay gratis en YouTube!), o cualquier otro video, documental, o lo que sea que a veces descargo en YouTube, tan solo para…, para… ¡Dios!
¡No quiero recordar EL PASADO! ¡Y tampoco estos últimos días, en los que, de repente, ya no sé si mi cuerpo todavía sigue vivo o…! No, ¡no quiero!
Por lo tanto, solamente me he limitado a seguir en el camino, sin detenerme a mirar nada, ni a nadie. ¡SEGUIR! ¡NADA MÁS!
Y, es por eso que, últimamente SOLAMENTE ME HE DEDICADO -ADEMÁS DE A ESCRIBIR- A BUSCAR DIAMANTES MUSICALES “INDIE” EN YOUTUBE.
Porque entonces, SOLAMENTE LA MÚSICA “INDIE” PUEDE CALMAR MI MENTE, Y ELEVARME POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS… Y, más aún si la canción que escucho ES UN AUTÉNTICO DIAMANTE HECHO DE PUROS BELLOS SONIDOS…
Como me sucede con esta joya QUE AYER EN LA TARDE ENCONTRÉ. “Woooow, y más woooow”
¡SUBLIME! ¡HERMOSO!
Una canción que, apenas y escuché sus primeros acordes… ¡Dios mío! Mis oídos enseguida lo supieron, que esta canción ERA UN ANTÉNTICO DIAMANTE.
Y, en cierta forma, a pesar de todo mi pasado, y toda mi desgraciada vida, ¡ME SENTÍ INCREÍBLEMENTE AFORTUNADO, MILLONARIO! Y… ¡Y REBOSANTE DE VIDA! Sí, a pesar de, irónicamente, estar todavía “un tanto muerto con vida”.
Me sentía completamente extasiado, mientras mis oídos escuchaban esta canción indeciblemente hermosa. Mi cerebro, quieto y calmo, no podía creer toda la información que le llegaba. “Una belleza musical como ésta, con su frecuencia de sonido perfecta…”
La canción ES COMPLETAMENTE MÁGICA. Tanto así que, mientras la escuchaba, yo, o; más bien, mis labios, no paraban de sonreír. Y mis pies, ¡no podía dejar de moverlos! Porque entonces ¡solamente querían bailar!
“¡Dios mío! ¡Pero qué belleza de canción!”, una y otra vez pensé.
La canción sonaba “tan dreamy” que, de repente, me puse a imaginar que dos angelitos hermosos venían y cargaban ambos brazos de mi hamaca, para luego enseguida irlo alzando, alto y más alto…
Hace apenas poco que comencé a imaginar esta escena tan graciosa, gracias a canciones “indie” como esta y otras más como… No te revelaré su nombre, y tampoco el nombre de esta joya… Yo quiero que el mundo idiota siga escuchando sus ruidos abominables de regueporn, y demás “música”, que ya casi no me gusta mucho… Ahora, ¡solamente escucho pura música “indie”. (Billie Selfish… Una de sus canciones, que no es para nada “indie”, me gusta mucho. De esto te escribiré… en un siglo… Billie la freak-y. Una Freak-y como yo… Bien por esa loquita…) (Je je. Y los mexicanos con todos sus cantantes ñoños… Pero ahora no quiero confrontar-te más sobre eso…)
Te contaba. Estaba acostado, mirando por la ventana el brillo de una estrella…, cuando entonces comencé a imaginar que dos angelitos iban alzando mi hamaca… “¡Anthony!” ¡Anthony era alzado por dos angelitos! Después, cuando los dos alcanzaban una altura determinada, ¡se ponían a mecer mi hamaca! Primero lentamente y después más rápido.
“¡Wow!”, pensé y sentí. ¡Esos dos angelitos, que iban desnudos, y los cuales tenían “pollitos como gusanitos”, ahora me daban el momento más divertido que ser humano ninguno ha podido imaginar JAMÁS!
¡Una hamaca siendo mecida en el aire! Je Je. ¡Eso sí que nadie lo imaginado, pintado y escrito jamás! (Mark Chagall solía pintar personas que volaban por el aire…)
Pero después sucedía que, esos dos angelitos se tornaban un poco en demonios. Y, como tales, me jugaban una broma. ¡Y qué broma!
A los dos muy malvados, de repente, se les ocurrió soltar los brazos de mi hamaca. Ésta entonces se elevó un poco más en el aire. Y; luego de haber ya alcanzado la altura que debía de alcanzar, ¡se detuvo!
A continuación, rápidamente comenzó a suceder lo más lógico. ¡La hamaca, conmigo en ella, comenzó a descender a una velocidad muy rápida! “Hijueputas…”, pensé…
Golpeándome muy duro contra el suelo, apenas y pude hablar, grité hacia arriba: “¡Estúpidos angelitos! ¡Ahora verán qué les voy a hacer cuando los alcance!
¡Les cortaré sus pollitos, para que así aprendan a no meterse con Anthony Smart!”
Pero los dos muy malvados, en vez de asustarse, se rieron aun más de lo que lo habían hecho al momento que me vieron golpearme contra el suelo.
“Ja ja ja”, se burlaron. “¡¿Y cómo se supone que nos has de alcanzar, si tú no puedes volar?!” Eso era cierto. ¡Los muy idiotas tenían razón!
“Ah, ¿no?”, inquirí. “Pues ¡claro que sí puedo!”, les mentí.
Pero los muy idiotas, tampoco se lo creyeron.
Pero, como todo esto era una imaginación mía… Y, como en mi imaginación nada es imposible, pues, apenas y lo deseé, rápidamente comencé a alzar mi cuerpo hacia lo alto.
Y, los dos muy malvados, apenas ver todo esto, intercambiaron miradas de asombro.
“Les dije que sí podía volar, ¡pero no me creyeron!”, les espeté. “Ahora verán lo que les haré, apenas y los alcance…”
Apenas escucharon lo dicho por mí, los dos alzaron más sus vuelos. Pero todo eso fue en vano, porque yo entonces rápidamente los alcancé.
“Ay, ¡AY!”, comenzaron a quejarse los dos, apenas y los sujeté de sus alas. “Por favor, Anthony”, se pusieron a rogar. “¡No nos cortes nuestros pollitos! ¡NO QUEREMOS SER TRANS-FORMES!”
En sus miradas pude ver temor genuino… Los muy malvados sí que estaban muy asustados. Y yo, no sabía qué hacer, y mucho menos cómo perdonarles su reciente fechoría cometida hacia mí yo: un escritor muy serio, casto y puro; puro como el agua de un lago cerca de una fábrica …
“¡Por favor, Anthony…!”, siguieron rogando. “¡No lo hagas!”
En mi otra mano, sujetaba una tijera muy filosa, lista para cortarle a estos dos angelitos “sus pedacitos como gusanitos”.
“¡NO, ANTHONY!”, lloriqueó uno de ellos, cuando me vio abrir y cerrar la tijera.
“¡Les dije que nunca debieron de meterse conmigo!”, les recordé.
Pero ellos, estaban tan aterrados que, solamente parecieron ya no entender mis palabras.
…Y así me lo pasé un largo rato, torturando mentalmente a esos dos estúpidos angelitos…, hasta que, al final, decidí perdonarles por lo que me habían hecho.
“¡Está bien!”, les dije. “¡LÁRGUENSE YA!”
A continuación, les solté las alas y, y los dos se fueron volando…
Luego de pasado un rato, traspasando la atmosfera, los vi convertirse nuevamente en dos estrellas hermosas y muy brillantes de todo aquel infinito firmamento…
Anthony Smart
Marzo/30/2023