• Nueva York, ansiosa por la reforma petrolera
• Los panistas, igual; la conocerán muy pronto
Con olor a chapopote, la reforma energética – petróleo y electricidad, para los inversionistas privados, de aquí y de allende las fronteras, para alcanzar “modernidad, productividad, competitividad” – que “moverá a México” (mover, verbo compartido por panistas y priístas), será presentada y enviada al Congreso por el presidente Enrique Peña Nieto entre el lunes y el viernes de la semana venidera, aunque conociendo el protocolo de Los Pinos, podría serlo el mismo lunes, y en el escenario nacionalista y juarista del Patio Central de Palacio Nacional, como se acostumbra en la nueva era mexica.
Ni duda cabe que el equipo mediático del presidente Peña Nieto está haciendo hasta lo imposible por posicionar al mandatario, a tres semanas de que rinda ante el Congreso General su Primer Informe de Gobierno, el primero de septiembre, al que por cierto él no debe retomar la vieja costumbre de leer un resumen del mismo ante diputados y senadores, simplemente porque no le conviene desde el punto de vista de la mediática. Hay millones de personas muy inconformes en todo el territorio nacional, sobre todo porque el dinero para comer, vestirse, curarse, vivir no se ve por ningún lado, cuando el mexiquense se comprometió desde su asunción a La Silla que no faltarían los billetitos en la cartera de los mexicanos.
Pero volvamos al tema y no entremos en disgresiones Peña Nieto utilizó su cuenta @EPN (¿Ya ven, amigos comunicadores, que es más rápido e impactante el medio electrónico que el papel impreso? Abran inmediatamente una si no la tienen y aunque le hagan el feo a las llamadas redes sociales Perdón. Otra distracción), para precisar, porque ya todos creían que la presentación de la o las iniciativas de reformas constitucionales para “mover” a Pemex y a la CFE ocurriría este miércoles.
Mientras tanto, a los del PAN (Partido de Acción Nacional), que no hicieron nada por los que los energéticos “movieran a México”, como ellos también lo dicen, más que desaparecer como por arte de magia buena parte de la renta petrolera, y habría ver en qué se la gastaron, se les cuecen las habas para conocer los documentos que presentará Peña Nieto (que no tienen qué conocérseles nada porque todo está escrito en su presentación de toma de protesta y en el Plan Nacional de Desarrollo), altamente semejantes a la “reforma energética” que hace unos días ellos dieron a conocer.
Diputados panistas urgieron al presidente a presentar su iniciativa “para así empezar a debatir el tema en el Congreso de la Unión.”, aunque el debate en las cámaras será otro mero trámite pues, aunque las izquierdas se opongan a “privatizar” a Pemex, por ejemplo, al final se impondrá las mayorías del PRI y el PAN. En realidad, Pemex y la CFE no se privatizarán. Ya lo están en varias de sus estratégicas empresas. Pero no está por demás ver que la Empresa de México aparezca en las listas de jugadores de los grandes mercados bursátiles para financiarse. No olviden que lo que nos rige es el pragmatismo, que toma lo que considera bueno del socialismo, del comunismo, de la socialdemocracia, del neoliberalismo, del fondomonetarismo y hasta del opusdeísmo y la doctrina social católica.
Los panistas, y lo reiteró este miércoles, el vicecoordinador de los panistas, Ricardo Anaya, han fijado “una postura clara sobre el tema: no a la privatización de Petróleos Mexicanos, hidrocarburos, gas y petróleo, pero sí a la modernización a través de apertura a la competencia para maximizar la renta petrolera”. (¡¿A poco?!) Si lo que los panistas han buscado siempre, de toda la vida, es que todo sea de los particulares, hasta la presidencia de la república, con aquello de “menos gobierno, más sociedad”. Jolines como dicen los paisanos de mi hijo Alejandro.
Pero Don Beltrone, como lo bautizó el poeta Óscar Palacio, es el que dice la última palabra en la Cámara de Diputados. Y el sonorense ya afirmó que no se aprobará la reforma en el periodo extraordinario de finales de agosto, “ya que ésta debe ser profunda y transformadora, más no conservadora (Recontra Jolines. Esto ni él se lo creyó). “Lo que se está haciendo es un trabajo que cumpla con los requisitos consensados con otros actores políticos”. Pero le aseguro que no porque lo diga Manlio, las izquierdas se quedarán como siempre, con su voto en contra y las reformas pasarán, que ya las están esperando con ansias los inversionistas de Nueva York y hasta de China comunista.
fgomezmaza@analisisafondo.com
www.analisisafondo.com