La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
No está de más revisar el ejemplo del jibarito Ricardo Mejía
El fin de semana pasado, estuvieron en el sur de Veracruz, dos de los aspirantes a la candidatura presidencial en 2024, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Si los eventos en que participaron, fueran un indicativo de quién obtendrá el voto del patrón, el tabasqueño López se impondría de calle a la señora Sheinbaum.
Quizá, la diferencia estuvo en los operadores políticos, lo que nos confirma que, en el Palacio de Gobierno, nada más no le entienden al quehacer electoral, mientras que, en el lado del señor López, han hecho alianza con un variopinto de liderazgos regionales, lo que se comprobó con la asistencia masiva de petroleros en Minatitlán y Coatzacoalcos.
En términos prácticos, Adán Augusto vende la imagen de encontrarse en campaña, lo cual es importante si nos atenemos a la máxima: ‘percepción mata realidad’. Por su lado, la preferida de AMLO, no logra entusiasmar a las bases morenistas, sería importante para ella, que replanteara su estrategia proselitista y, sobre todo, con quiénes se codea.
No sobra decir, que ambos postulantes se hicieron acompañar de sus candidatos a la gubernatura, Rocío Nahle y Sergio Gutiérrez Luna, lo cual fue un factor extra para las llamadas ‘corcholatas’ presidenciales, el legislador ha realizado, por mucho, mayor trabajo político que la zacatecana, situación más que notoria en los mítines verificados.
La moneda todavía no cae, por lo tanto, el gran elector está pendiente de lo que hacen sus pupilos, todo, sin duda, será evaluado para tomar la decisión final, que nadie se siente en sus laureles.