Aunque la mejor opción es dejar de fumar, para muchos consumidores no es sencillo terminar con esta adicción, por ello algunos fumadores adultos han optado por buscar productos sin humo como una opción para suministrar tabaco y/o nicotina de manera menos peligrosa que consumir cigarros y al mismo tiempo, reducir los daños a la salud.
Cada año, más de 8 millones de personas en el mundo fallecen a causa del tabaquismo, de los cuales 1.2 millones son fumadores pasivos, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el principal responsable de las muertes y enfermedades, es el humo del cigarro.
En el proceso de encender un cigarro convencional, conocido como combustión, se necesita quemar a temperaturas que rondan los 900° C, lo que genera humo, el cual contiene alrededor de 7 mil sustancias químicas, de las cuales 70 han sido identificadas por expertos de la salud pública como dañinas y las causantes de cáncer.
Los fumadores pasivos, es decir, aquellas personas, adultas o menores de edad, que no consumen tabaco pero están expuestos al humo, también pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares, respiratorias, así como cáncer de pulmón y otros tipos.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer, un fumador activo solo aspira 15 por ciento del humo del cigarrillo que fuma, es decir, que el otro 85% lo expulsa, dejando expuestas a las personas que lo rodean y pone en riesgo su salud.
A su vez, 25 por ciento de las muertes por cáncer en el mundo se deben al consumo de tabaco, pero el más constante es el de pulmón, ya que el tabaquismo está vinculado a 80 por ciento de los casos este tipo de cáncer, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, señala que los fumadores tienen hasta el doble de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y el cuádruple de sufrir cardiopatías, también el cigarro provoca enfermedades pulmonares como bronquitis crónica, enfisema, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y exacerba los síntomas del asma en adultos y niños.
A diferencia de los cigarros comunes, se ha comprobado que los productos sin humo, no generan combustión y un ejemplo son los calentadores de tabaco que calienta la hoja natural del tabaco a 300 grados, de esta manera no produce cenizas ni humo y reducen la exposición a las sustancias tóxicas.
Estudios de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos y la Public Health England, del Reino Unido, han demostrado que, al evitar la combustión, estos dispositivos, reducen 95 por ciento la exposición a sustancias tóxicas localizadas en el humo del cigarro y que 68 por ciento de fumadores consiguieron dejar de fumar al cambiarse al vapeo, lo que beneficia tanto a los consumidores de tabaco como a los no fumadores.
Alrededor del mundo, diversos países tomaron la iniciativa de investigar e incluir a los productos sin humo dentro de sus políticas regulatorias para la reducción de daños por el tabaco y han presentado casos de éxito.
Entre las naciones con los mejores resultados a raíz de la llegada de los vapeadores o calentadores de tabaco, es Reino Unido debido a que desde 2012, logró bajar 25 por ciento la tasa de tabaquismo, según datos del informe “Vaping Works International Best Practices de Property Rights Alliance”.
Además, en su lucha contra la adicción al cigarro y en su intento de hacer de ese país un lugar libre de humo, recientemente el gobierno británico anunció que entregarán, de manera gratuita, kits de vapeo a un millón de fumadores con el fin de fomentar que dejen el hábito.
En el caso de Suecia, está muy cerca de ser un país libre de humo en 2023, ya que desde que introdujeron estos dispositivos en 2015, el tabaquismo cayó 55 por ciento y es uno de los países de Europa con la tasa de enfermedades vinculadas al cigarro más baja.
Mientras que Japón logró disminuir 34 por ciento las ventas totales de cigarros en 2019, así como las hospitalizaciones ocasionadas por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) desde 2020, según el estudio de Japan Medical Data Center.
Pese a sus beneficios y a que mueren 65 mil fumadores al año de acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), en México el Gobierno Federal prohibió la comercialización y exportación de los vapeadores desde 2022, lo que ha provocado un aumento del mercado negro, sobre todo en redes sociales, que el crimen organizado se apodere del negocio y se vendan productos adulterados y sin control sanitario.
Expertos, médicos y legisladores mexicanos, coinciden que las prohibiciones y desinformación no permiten que los fumadores adultos conozcan los beneficios de los vapeadores frente a los cigarros comunes, les quitan la opción de elegir libremente alternativas al cigarro menos riesgosas para su salud, y exponen a los menores de edad a productos que no están destinados para ellos.
Por tal motivo, recomiendan implementar una regulación estricta a los vapeadores para obligar a la industria a destinarlos únicamente a fumadores adultos, reportar ingredientes y emisiones de las sustancias de sus líquidos, usar etiquetado con advertencias sobre sus riesgos, entre otros. Todo esto con el fin de preservar la integridad de grupos vulnerables como los menores de edad.