Yo Campesino / Políticos miserables
• Se acerca tiempo de definiciones y el descontento crece a pesar de oposición convenenciera
*Miguel A. Rocha Valencia*
Para la oposición política el simple hecho de subsistir ya es ganancia, por eso no se esfuerzan ni hacen nada para ganar votos; le juegan a la inconformidad social, mientras que el reto para los dueños del poder es mantenerse en él o incrementarlo y para eso usarán todas las artimañas posibles, desde la criticadísima compra y coacción del voto hasta la amenaza, el chantaje y la suma de cuadros y personajes de bandos ajenos
Aquéllos, los caciques dueños de los membretes políticos de oposición, están abiertos a las ofertas, a vender caro su amor y mantenerse en la jugada gracias al voto contrario a Morena pues al final el electorado no tendrá elección, o sufragan a favor de las corcholatas o por cualquier otro partido que no encabece el mesías tropical.
Por eso los “demócratas” Alejandro Moreno, Marko Cortés y el desconocido del PRD, se mantendrán en la jefatura de sus respectivos membretes que son franquicias negocios donde las candidaturas se “amarran” con dinero o compromisos, especialmente las llamadas de partido, las de las listas que confeccionan los franquiciatarios.
Las otras candidaturas, las de a pie o de mayoría son para quienes puedan sostenerlas porque de las cajas de los partidos no sale un peso, el presupuesto todo, es para el líder y sus cómplices de los comités nacionales o estatales, según sea el caso.
Pero no se preocupan mucho, por el contrario, están seguros que con el descontento social hacia la actual mafia en el poder, obtendrán las curules y escaños necesarios para mantenerse con vida, no aspiran a la Presidencia porque para ello tendrían que trabajar, gastar el presupuesto otorgado por ley por el INE y que sientes es de ellos.
Prefieren llevársela suave, transitar sin confrontaciones –el Estado de México es claro ejemplo- de esa manera no se pelean con quien no les conviene.
Recordemos que los políticos de hoy son así, los intereses personales y de grupo son antes que cualquier ideología si es que aún existe.
La conveniencia por delante por eso los de Morena y aliados la llevan relativamente libre pero no fácil pues luchan contra sus propios fantasmas, ahora a ellos les toca ser los patos salpicados de corrupción, abusos y venganzas contra quienes todos disparan. Son responsables mayoritarios de la cosa pública y por ello, receptores de la crítica y señalamientos.
Contracorriente a los más de 700 mil muertos por la pandemia, los 142 mil asesinatos del actual México violento, la escasez escandalosa y criminal de medicamentos, las promesas incumplidas y las 101 mil mentiras de las mañaneras los seguidores del ganso de Macuspana se enfrentan a su propio descrédito.
Y en esa pugna por el poder sin estructura sino un solo mandamás puede estar su mayor hándicap, peor sería si llegara a faltarles. No habría quien sostuviera al movimiento carente de estructuras reales y partidistas donde la nomenklatura la marca uno solo y un círculo cercano cada vez más dañado por las traiciones internas y el desencanto.
Por ello si alguien debe estar preocupado con la salud del prócer, son los propios morenos, los aspiracionistas que sienten ser los sucesores o herederos del botín que no será omnímodo y habrán de repartirse. El tema es quien se encargará de ello si no está el todopoderoso.
Los tiempos se agotan, en el círculo de poder los nervios y las prisas van a cobrar facturas especialmente entre quienes se sientan con derecho y los despojados o en los que ven a la vista la posibilidad de alzarse con una fracción, con una tribu y atisbar un futuro promisorio sin ser perseguidos.
En los de enfrente a lo más que aspiran es a la mayor tajada de poder porque en lo electoral parece renunciaron a las banderas de lucha, prefieren “llevársela suave” ¿Para qué pelear o esforzarse? Le apuestan a lo que caiga pues para ellos todo será ganancia. De la que viene se van a hinchar de dinero y con maniobras que distan mucho de la democracia que pregonan, sostenerse en el poder con cargo público y político.
Falta poco para definiciones y la verdad no se ve un panorama positivo para México y menos con una clase política sin eso, sin clase, sin ideología, sin capacidad de lucha y corroída por sus miserias. Tal vez eso nos merecemos, a la mejor no, pero eso es lo que hoy nos da una ley hecha por los beneficiarios de la misma.
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