DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Guardar la intimidad de la familia es uno de los grandes retos que enfrentan los políticos, especialmente los Presidentes de la República, por lo que defienden esas reservas y hasta un posible anonimato de sus consanguíneos.
Hijos e hijas han estado siempre bajo la visita inquisidora de periodistas, por lo que se conocen algunas revelaciones de los herederos de varios Ejecutivos federales que han desfilado en los años recientes.
Hasta ahora son variados los conflictos que han derivado en asuntos públicos los temas relacionados con varios de los ahora expresidentes.
En la década de los 20 del siglo XX se recuerda como el hijo de Plutarco Elías Calles, Rodolfo, fue gobernador de Sonora y secretario de Comunicaciones del gobierno federal, pero su padre ya no era Presidente, aunque ejercía el maximato.
Plutarco Elías Calles, hijo del general del mismo nombre alcanzó interinamente el gobierno de Nuevo León, cuando su padre iniciaba su maximato en 1929.
Después de ellos, los hijos de los Presidentes de México no figuraron demasiado en actividad política o no fueron ubicados en la luz pública, hasta llegado el momento en que Alfredo Díaz Ordaz protagonizó algunos episodios cuyas evidencias trataron de borrar, ya que se trataron más que nada de escándalos en lugares públicos y vinculados con su afición al rock.
Los hijos de Luis Echeverría que eran muchos (8), guardaron discreción y el tercero de ellos Álvaro fue designado representante de México en la FAO, por el Presidente que siguió al sexenio de su padre (José López Portillo).
Fue precisamente en el sexenio de López Portillo cuando se presentaron un par de incidentes con su hijo mayor, José Ramón, cuando lo designó subsecretario de Programación y Presupuesto (reconoció que era el orgullo de su nepotismo) y otro más cuando se develó que habían usado un avión del ejército para viajar en busca del vestido de boda de su entonces novia.
No pasó nada más allá del escándalo público y Miguel de la Madrid procuró que sus hijos no estuvieran expuestos públicamente, aunque de su hijo Miguel surgieron diversas historias, de su hijo Federico se conocieron las fiestas y abusos cometidos, aunque fue de parte de revelaciones de algunos participantes y su hijo Enrique entró a la política varis años después del gobierno de su padre.
Los hijos de Carlos Salinas eran demasiado pequeños para involucrarse en negocios de gobierno, aunque también hacían sus fiestas en Los Pinos, de las que se cuentan muchas cosas y su hijo mayor, Carlos Emiliano estuvo vinculado a una secta.
Ernesto Zedillo llegó con varios hijos a Los Pinos y del mayor se narraron varias situaciones, una de ellas vinculadas a la golpiza que le dieron sus elementos de seguridad a un miembro de la seguridad del grupo U2 que relegaron las visitas de este grupo a México por casi una década.
Vicente Fox enfrentó algunos pequeños incidentes en que se vieron envueltos algunos de sus cuatro hijos, más que nada relacionados con prepotencia, aunque los hijos de su esposa Marta Sahagún fueron exhibidos con los grandes negocios que hacían al amparo del poder público.
Los hijos de Felipe Calderón eran muy pequeños y los de Enrique Peña Nieto también, aunque hay algunos episodios de sus hijos mayores y los de su esposa Angélica Rivera.
Ahora dos de los hijos de Andrés Manuel López Obrador han sido señalados como partícipes de negocios al amparo del poder, aunque el propio Presidente lo niega y exige que si se tienen pruebas las presenten ante la Fiscalía General de la República.
Él afirmó al asumir el poder que solamente se hacía responsable de su hijo menor de edad, de los otros no. Ahora los dos hijos mayores han sido señalados de participar activamente consiguiendo negocios para sus amigos.
Hay una versión que corre por todos lados que al tomar posesión su padre, José Ramón y Andrés Manuel López Beltrán sellaron un pacto en que no se entrometerían en los negocios del otro. El mayor quiso los relacionados con energía y el segundo con los vinculados al sector salud.
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