La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
La piedra filosofal de los mapaches electorales 2.0, es convertir el like en voto
Los aspirantes presidenciales, del partido MORENA, no están ocupados en hacer bien su trabajo, mejor dicho, se aplican al cien por ciento para ganar popularidad, esa es la cuestión, el Big Brother desplazará su dedito hacia la ‘corcholata’ que tenga mayor posicionamiento entre la raza, más allá de su eficacia como funcionario o funcionaria.
Así pues, el fin de semana, pudimos ver a Marcelo Ebrard tirando la primera bola en un partido de Grandes Ligas y, a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, realizando proselitismo electoral en Coahuila, en favor de Armando Guadiana.
Por su parte, Adán Augusto López, anduvo en Ciudad Juárez y fue inevitable que hiciera una cita de Juan Gabriel para alabar a los juarenses, hay que ganar simpatías de cualquier forma. A Ricardo Monreal, no vale la pena seguirlo, es una ‘corcholata’ de relleno.
En este sentido, la contienda interna en la 4T se trivializa y, todo se reduce, a publicar cualquier cantidad de fotografías en las redes sociales para con ello, buscar una dispersión nacional de la imagen de los contendientes, los contenidos no importan.
Por ello, el lugar común del señor presidente, de que el pueblo de México es el ‘más politizado del mundo’, queda convertido en una broma, ya que, las estrategias para ganar elecciones, parten del principio contrario, no importan las ideas, sólo la percepción.
Luego entonces, cada día, el community manager irán ganando importancia en los equipos de campaña y de gobierno, atrás quedará el estadista, ahora, los políticos buscan ser influencers. Dime cuantos likes tienes y te diré quién eres.