El Salón de la Plástica Mexicana (SPM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, presenta la producción artística de Guillermina Dulché y Concepción Báez, con las exposiciones Imágenes recientes y Viaje al pasado, las cuales estarán abiertas hasta el 25 de junio.
Imágenes recientes es el título de la muestra que presenta la producción actual de Guillermina Dulché, a través de 25 pinturas y 15 dibujos realizados bajo la idea del cambio. “El artista debe dar lo mejor con una madurez actual y esta exposición muestra la evolución que he tenido a lo largo de todos estos años”, afirmó.
La artista recordó que en los inicios de su carrera tenía la influencia de la academia y las herramientas que necesitaba para una formación integral. “Uno difícilmente deja eso, pero los conocimientos evolucionan con el tiempo y todo lo que nos rodea”.
Explicó que en su producción siempre se marcó como objetivo buscar algo diferente y que la llenara más que el trabajo anterior. “Por eso el cambio siempre estuvo latente en mi manera de pensar, y aun siento la necesidad de seguir evolucionando hasta que la vida me dé la oportunidad de hacerlo”.
En esta exposición presento lo que he sido hasta el momento con la obra que realicé este año y algunas piezas anteriores, apuntó. “Para mí fue decisivo el cubismo, Kandinsky con el punto y la línea; y mis cuadros figurativos son muy al estilo de Diego Rivera. En la actualidad he venido concretando el geometrismo con algo más significativo y fuerte”.
Retrospectiva de Concepción Báez
Por otro lado, la muestra Viaje al pasado… ofrece una retrospectiva de Concepción Báez, con 30 piezas realizadas al óleo. “Esta exposición presenta cuadros desde que empecé a pintar y como fui avanzando, porque si uno no evoluciona se estanca y yo lo he hecho de la figura humana a otras figuras realizadas, ya no con modelo, sino pensadas por mí, hasta cosas abstractas”.
En este sentido, compartió: “Adoro la pintura, me ha mantenido viva, lo que me motiva a ser feliz. Creo que en mi trabajo todavía me falta mucho por hacer y aprender, y les aconsejaría a los jóvenes pintores que se preparen a tener mucho trabajo, problemas y obstáculos. Una de las bases que considero indispensables es aprender el oficio y para que un pintor madure deben pasar por lo menos 20 años.
He realizado aproximadamente 300 exposiciones, algo que me ha costado mucho, agregó. “Antes ser mujer era un problema muy grave y todo estaba en contra de uno y sin identidad, ahora las mujeres han avanzado bastante, pero es importante que los estudiantes no tengan tanta vanidad, que aprendan el oficio y aguanten mucho”.
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