• Hoy lunes se inicia la retirada de Pemex
• Los cambios para “beneficio de México”
Como lo aventuró Análisis a Fondo, la semana pasada, hoy lunes, por fin, el presidente Peña Nieto presentará su iniciativa de Reforma Energética, y la entregará a la oficialía de partes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con lo cual comenzará a entrar la paz y la serenidad en la mente avariciosa de los inversionistas privados, herederos de las empresas petroleras expropiadas el 18 de marzo de 1938 por el general Lázaro Cárdenas del Río.
El general, héroe de las derechas y de las izquierdas, decretó la expropiación “para beneficio de México”. Hoy; Peña Nieto propone su “modernización para beneficio de México”. Así es en este México del sincretismo ideológico y político. Ya tendremos adentro las perforadoras de las petroleras globales. Pemex podrá cambiar de nombre y rebautizarse como, por ejemplo, Pemex Global, o Pemex Oil Co. Y brillará la cabeza de su aguilucho en los monitores de las bolsas de valores del mundo.
Pasaron 75 años. El 18 de marzo del 38, un michoacano se cansó de la explotación, la exacción inmisericorde, el robo, el maltrato a los trabajadores, que ejercían, con total impunidad, y consentimiento de los gobiernos mexicanos, los propietarios del petróleo. y expidió el decreto histórico por el que declaró (Artículo Primero) expropiados, por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carrostanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S.A., Compañía Naviera de San Cristóbal, S.A., Compañía Naviera San Ricardo, S.A., Huasteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company, Mexican Sinclair Petroleum Corporation, Stanford y Compañía, S. en C. Penn Mex Fuel Company, Richmond Petroleum Company de Mexico, California Standard Oil Company of Mexico, Compañía Petrolera el Agwi, S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company of Mexico, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, S.A., Sabalo Transportation Company, Clarita, S.A. y Cacalilao, S.A..
Pasaron los sexenios y México llegó a consolidarse en los primeros lugares por la extracción y exportación de crudos pesados, muy difíciles de colocarse en los mercados del exterior porque, por su espesura, resultan difíciles y costosos de refinarse. Pero llegó a ser cuando menos el quinto productor en el mundo, con una renta petrolera que hubiera podido convertido a la economía mexicana en una de las más poderosas del mundo.
Pero en las manos de los políticos sinvergüenzas todo se pudre.
El petróleo, sacado de los subterráneos del diablo, procesado, transportado, o refinado por Pemex, pasó a ser propiedad, no de los mexicanos como dicen los demagogos, sino de los gobernantes en turno, que hicieron y deshicieron, con la abultada renta petrolera, su agosto en primavera, en verano, en otoño y, sobre todo, en los inviernos, Pero llegó un vivo, Miguel de La Madrid, que decidió, ordenado por Washington, que era hora de “liberar” a Pemex y convirtió a la empresa en un una holding y cuatro subsidiarias, con participación de inversionistas particulares, con cuyos capitales tampoco pudo modernizarse..
Listo está pues el retorno de los brujos a recuperar el jugo de los veneros del diablo, del que los despojó Cárdenas del Río, cuya imponente estatua de bronce se yergue en la explanada del PRI en Insurgentes, Luis Donaldo Colosio y Héroes Ferrocarrileros. El general expropio el petróleo para “beneficio de México”. Peña Nieto lo va a desexpropiar con el apoyo de Manlio Fabio y sus marionetas, para “beneficio de los mexicanos”. Que no es privatización. El tiempo lo dirá. Y el tiempo dirá también si no le pasa al petróleo lo que ocurre con el empleo no obstante la reforma laboral.
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