Los grupos de protección del consumidor de la Unión Europea instaron a los reguladores el martes a investigar el tipo de inteligencia artificial que sustenta sistemas como ChatGPT, citando riesgos que dejan a las personas vulnerables y la demora antes de que entren en vigencia las innovadoras regulaciones de IA del bloque.
En un esfuerzo coordinado, 13 grupos de vigilancia escribieron a sus autoridades nacionales de consumidores, protección de datos, competencia y seguridad de productos advirtiéndoles sobre una serie de preocupaciones en torno a la inteligencia artificial generativa.
Una coalición transatlántica de grupos de consumidores también escribió al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para pedirle que tome medidas para proteger a los consumidores de los posibles daños causados por la IA generativa.
Europa ha liderado el mundo en los esfuerzos para regular la inteligencia artificial, que ganó urgencia con el surgimiento de una nueva generación de inteligencia artificial que le da a los chatbots de IA como ChatGPT el poder de generar texto, imágenes, video y audio que se asemejan al trabajo humano.
La UE está dando los toques finales al primer conjunto mundial de reglas integrales para la tecnología, pero no se espera que entren en vigencia hasta dentro de dos años.
Los grupos pidieron a los líderes europeos y estadounidenses que utilicen las leyes existentes y presenten una nueva legislación para abordar los daños que puede causar la IA generativa.
Citaron un informe del Consejo de Consumidores de Noruega que describe los peligros que plantean los chatbots de IA, incluido el suministro de información médica incorrecta, la manipulación de personas, la creación de artículos de noticias y el uso ilegal de grandes cantidades de datos personales extraídos de Internet.
Los grupos de consumidores, en países como Italia, España, Suecia, los Países Bajos, Grecia y Dinamarca, advierten que si bien la Ley de IA de la UE aborda algunas de las preocupaciones, no comenzarán a aplicarse hasta dentro de varios años, «dejando a los consumidores desprotegidos de una tecnología que está insuficientemente regulado en lo siguiente, y se desarrolla a gran velocidad».
Algunas autoridades ya han actuado. El organismo de control de la privacidad de Italia ordenó al fabricante de ChatGPT, OpenAI, que detuviera temporalmente el procesamiento de la información personal del usuario mientras investigaba una posible violación de datos. Francia, España y Canadá también han estado investigando OpenAI y ChatGPT.
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