La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El italiano exploró el infierno, el tropical, se crea sus ‘infiernitos’
Al menos, de un par de semanas a la fecha, las cosas se le han descompuesto a Dante Delgado, dueño de la franquicia, además de líder vitalicio de Movimiento Ciudadano, ya que, no todos sus compañeros de partido comparten sus estrategias.
De entrada, el veracruzano está convertido en un tonto útil que le hace el juego electoral a MORENA, asunto al que tiene legítimo derecho, pero, hacerlo en forma embozada no lo prestigia ni ante la 4T, ni ante los opositores, sus misterios no lo dejan bien parado.
Por otro lado, su trato con el PRI demuestra una ambivalencia, digna de ser estudiada a la vera de un diván de uso psiquiátrico.
Su relación con la dirigencia, encabezada por Alejandro Moreno, es francamente hostil, al grado que se lanzan cacayacas hasta en promocionales, sin embargo, el senador está a la pepena de sus pares que han renunciado al tricolor, o sea, para él, hay priistas buenos y malos. Al estilo de YSQ, los purifica si entran a MC.
No obstante, Luis Donaldo Colosio Riojas, amenazó con renunciar a su militancia naranja, si Claudia Ruiz Massieu es reclutada por Delgado, lo que plantea una disyuntiva radical.
En el mismo tenor, Enrique Alfaro, del poderoso grupo Jalisco, cuestionó la dantesca cerrazón para una potencial alianza con el bloque opositor. En suma, Dante enfrenta fuertes obstáculos internos, a sus planes electorales.
Así las cosas, además de paciencia, serenidad y confianza, sólo falta que el émulo de Kalimán, les pida lealtad ciega a sus contlapaches, de otra forma, no se ve cómo.