La vida detenida/ 73
Mauricio Carrera
Afuera, entre los vendedores de camisetas, imanes, pareos, caracoles y recuerdos, un muchacho con un cangrejo entre las manos.
Es pequeño y güero tirándole a rosado, ojos grandes y patas incansables.
-¿Es tu mascota?
-No. Lo encontré en una esquina y lo atrapé.
-¿Ya tiene nombre?
-No. Si le pusiera nombre, me encariñaría con él y me lo quedaría. Lo voy a llevar al mar. De ahí es.