El Instituto Nacional Electoral (INE) reconoció que los tres protegidos de Andrés Manuel López Obrador y los tres colados por apariencia hacen campaña todos los días.
Sí, que las mañosamente llamadas asambleas o informes en realidad promueven a los candidatos y son abiertos y descarados actos anticipados rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.
La presidenta de la comisión de quejas, Claudia Zavala, planteó que se cancelaran esos mítines precisamente por ser ilegales, pero Rita López y Jorge Montaño, quienes apenas en abril asumieron como consejeros y son incondicionales de Morena, se impusieron y la conclusión fueron sólo medidas cautelares.
Así, se ordenó a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) meter al orden a Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández, y evitar actos y discursos proselitistas, lo que, como siempre, ni le importó ni acatará.
Mario Delgado, el líder morenista neoliberal y fifí, egresado del ITAM –esos que no sirven y que sólo son delincuentes, según ha dicho Andrés Manuel en abierta contradicción, como ha sido su vida-, asegura que se mantendrán las ‘asambleas’ –mítines-, y acusó al INE de entrometerse.
Y eso que lo controlan desde que impusieron a la presidenta, Guadalupe Taddei, integrante de la familia que domina políticamente Sonora, y a la que, por cierto, Andrés Manuel dijo no conocer.
Otra de sus mentiras.
Claudia Sheinbaum es la más descarada y mentirosa, como su protector.
– El INE, la comisión de quejas el día de ayer, dijo que nosotros que estamos recorriendo el país -que el presidente nos puso las corcholatas- ya no íbamos a poder hacer proselitismo.
¿Y cómo no si somos integrantes de un partido?
¿Qué quieren que se acabe la revolución de las consciencias?
Pues no, aseguró en su mitin de ayer en su acostumbrado tono autoritario y de perdonavidas.
Como si México no la mereciera y la hubiera estado esperando toda la vida.
Igualito que cuando le reclamó a Alfonso Durazo porque la recibieron con reclamos en el evento previo al arranque de las ilegales campañas en un hotel de avenida Revolución.
O como cuando la semana pasada le reclamó a un reportero la “violenta entrevista” que le hacía porque se atrevió a preguntarle por los espectaculares que ella mandó a colocar en todo el país y que, cínicamente, atribuye a simpatizantes.
Adán Augusto, apodado en redes sociales el Sugar Daddy de la diputada Andrea Chávez, dijo que esperará a que sean los tiempos electorales para hacer campaña.
Y sólo él lo cree, porque tiene tapizado el país de espectaculares, tal como Sheinbaum, y eso que rechazó los 5 millones de pesos que Morena les ofreció para sus gastos.
Marcelo Ebrard, en tanto, dice que esperará la resolución del partido y fijará posición, “pero apoyaríamos lo que el partido resuelva”.
Ricardo Monreal, quien sabe perfectamente que no tiene la menor posibilidad y que, a la hora de la verdad, será enviado a otro puesto, dijo que esperará pero aplaudió, como suele hacer, la decisión del INE.
¿Y LOS MIL 400 MILLONES?
López Obrador volvió a hacer el ridículo, pero no le importa.
Sus acusaciones sin fundamento contra Xóchitl Gálvez por contratos con el gobierno por más de mil 400 millones de pesos desde el gobierno de Vicente Fox hasta el suyo, cuando era la responsable de la atención a pueblos y comunidades indígenas, nomás se quedan en eso: pura saliva, pura ponzoña.
Son mil 300 millones de pesos con empresas privadas y el resto con públicas.
Eso sí, confirman que utilizará toda la fuerza del Estado para bombardear a la eventual candidata del Frente Amplio por México y evidencian el manejo ilegal de la información que debiera estar resguardada.
Sus aplaudidores y empleados de twitter y facebook –pagados con recursos públicos, no de él – llevan tres semanas desbordados en una auténtica guerra en contra de la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) que se perfila como la mejor opción para enfrentar a López Obrador y a sus incondicionales.
Y que conste que Xóchitl no es la solución, no es la panacea, pero, en estos momentos, se ha convertido en la única y real opción para enfrentar a la maquinaria federal, que obedece a López Obrador.
Vámonos: Nelson Matus, otro periodista asesinado en este fracasado gobierno de abrazos, no balazos.
Era director y dueño del portal Lo Real de Guerrero.
¿Y la gobernadora Evelyn Salgado, hija de Félix Salgado Macedonio?
En las uñas y pestañas falsas.
albermontmex@yahoo.es @albermontmex