Día Hábil
“El presidente de México debe actuar como jefe de Estado, como estadista. No debe comportarse como jefe de partido, de facción o de grupo. El presidente no puede utilizar las instituciones de manera facciosa ni para ayudar a sus amigos ni para destruir a sus adversarios. Al presidente de la República se le volvió una obsesión hacer campaña en mi contra”.
Las palabras, los discursos del Andrés Manuel López Obrador candidato, en 2006, 2012 y 2018, se le revierten al Andrés Manuel López Obrador presidente.
La reforma electoral que él y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que fue candidato presidencial en 2006 y 2012, exigieron en el Congreso y que pasa por el famoso voto por voto, casilla por casilla, a raíz de aquel 0.56 por ciento con el que ganó Felipe Calderón Hinojosa en 2006, hoy no la respeta y hasta se atreve a decir que viola su derecho a la libre expresión.
Vicente Fox Quesada –parafraseando al de Tabasco- es “un niño de pecho” comparado con él, porque el entonces presidente con los colores del Partido Acción Nacional (PAN) se entrometió en el proceso y llamaba a votar por Calderón –pese al distanciamiento que se dio, porque el candidato del guanajuatense era su secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda– y hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife, pa’la banda) lo concluyó, pero nada que ver.
López Obrador, cínico y descarado, se atrevió a decir en la mañanera de ayer que mientras el Instituto Nacional Electoral (INE) no le notificara su advertencia de que no se refiera a Xóchitl Gálvez, como lo ha hecho desde que ésta comenzó a despuntar por lo que ella se quejó ante el instituto, aprovecharía para hacerlo porque “¿dónde queda nuestro derecho de réplica?”.
Si todos los días ha dedicado al menos media hora de su soporífera conferencia para atacar, para exhibir, para acosar a la senadora del PAN que, ciertamente, no es la solución para México pero sí, en las condiciones en que se encontraba la caballada de la oposición, la indicada para dar la pelea en las presidenciales de 2024, cuando el Congreso será clave para evitar que el ganador tenga la mayoría calificada, necesaria para las reformas constitucionales, como sucedió en 2018, cuando el hartazgo llevó a los mexicanos al voto desesperado y de castigo que benefició a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y a López Obrador.
NO LOS RECIBIERON
Resulta que a los notificadores del INE no les recibieron el documento porque en la consejería jurídica ¡están de vacaciones!
Y en Oficialía de Partes, a donde los remitieron, aún no llegaban.
Era muy temprano.
¿Qué tal?
Que les crea quien no los conozca.
O, como decía mi abuela, que los compre quien no los conozca.
Son mañosos, marrulleros, les encanta hacer trampa y torcer la ley.
Anoche, el INE dio a conocer que López Obrador fue notificado vía internet.
Así que hoy, martes, deberá abstenerse, demócrata y respetuoso como es, de hablar de Xóchitl.
EL USO DE LA LEY
Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asegura que el gobierno federal politiza la justicia y judicializa la política al emprender agresiones contra sus opositores, que se llevan a cabo “siempre para asustar, para amedrentar”.
Justo lo que Andrés Manuel reclamaba en su época de eterno opositor, como cité al principio de esta columna.
-Quienes se dedican a la política tienen que estar atentos al acoso, al ataque permanente desde el gobierno, que ya éste se está comportando nervioso, ante las sanciones de la autoridad electoral.
El gobierno está de cabeza, el coordinador de la campaña es el titular del Poder Ejecutivo, adelantaron los tiempos, dijo.
EL CUENTO DE LA VIOLENCIA
Los aplaudidores, esbirros y convenencieros –que reciben contratos del gobierno federal para mantener sus canales de youtube o páginas de internet como Rafael Barajas El Fisgón y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, ya dispersan la versión de que si a la derecha neoliberal, conservadora y corrupta no le funciona Xóchitl Gálvez “recurrirán a la violencia” para pelear el poder.
Están aterrados, han echado a andar toda la maquinaria de tuiteros y de lamebotas para atacar a la panista que, insisto, no es lo mejor pero sí lo necesario.
Vámonos: El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en lugar de gastar miles de millones de pesos en propaganda, en publicidad en medios, debería invertirlos en equipo y mantenimiento de los hospitales. ¡Ah! y en medicamentos. ¿O no Zoé Robledo?
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