La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El ‘pueblo bueno’ nunca se equivoca, a menos, que actúe contra la 4T ¡aaabrón!
Como la mayoría de las ciudades del país, Xalapa tiene enormes carencias en materia de servicios municipales, el crecimiento desordenado es uno de los motivos, pero, a esto se suma, la insensibilidad (por llamarla de forma eufemística), de buena parte de sus alcaldes.
Limpia Pública, Alumbrado, Movilidad, son algunos de los acuciantes problemas que a diario tienen que enfrentar los habitantes de la capital del estado, sin embargo, a últimos tiempos, la escasez de agua potable, ha sido el talón de Aquiles de la Atenas Veracruzana.
Por ello, la intención de talar alrededor de 60 árboles, para construir un paso a desnivel en una de las principales avenidas, ha provocado una airada reacción de los vecinos que, con protestas y recolección de firmas, buscan impedir que se lleve a cabo tal ecocidio.
Es de dominio público, que el derribe de florestas, redunda en la disminución de lluvias y, justamente, la ciudad padece tremenda sequía, por lo que el asunto de echar abajo los añosos maderos, generó una legítima reacción de la ciudadanía.
Como suele ocurrir, los funcionarios, caracterizados por vivir en una burbuja en la que todo es felicidad, no tuvieron la sensatez de hacer un trabajo de sensibilización entre los colonos, además de tomar en cuenta sus puntos de vista, simplemente, les sorrajaron el proyecto.
No conformes, el gobernador y sus adláteres, ya salieron a decir que se trata de un complot, ya que, ellos han reforestado ‘como nunca’, lo que los convierte en adalides pro bosque.
La bronca se hubiera evitado, si los burócratas hicieran trabajo comunitario con base en una premisa básica: la sociedad está informada y comprometida con su entorno, sino lo cuida la banda, entonces ¿quién?