Día Hábil
El berrinche del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de sus precandidatos Miguel Ángel Mancera Espinosa y Silvano Aureoles Conejo no tiene razón de ser.
Quedaron fuera de la carrera por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México por una sencilla razón: no cumplieron con las reglas, con los acuerdos que firmaron y, ahora, se dicen desplazados.
Sí, aseguran haber sumado las 150 mil firmas que se requerían -y más-, pero no aclaran si lo hicieron en 17 entidades como acordaron con el Partido Acción Nacional (PAN) y con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Y aunque Mancera Espinosa dice que sumó más de 190 mil simpatías -como le llaman- y que no entiende por qué lo bajaron quince minutos antes de la conferencia del miércoles cuando se anunció a los precandidatos que pasaron a la siguiente ronda, la realidad es que sólo pretende presionar para conseguir un cargo, evidentemente plurinominal, para mantener el fuero.
¿Por qué?
Porque trae pleito con Marcelo Ebrard Casaubon y con Claudia Sheinbaum Pardo, los precandidatos más fuertes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y no vaya siendo que gane cualquiera de los dos.
Aureoles Conejo, en tanto, es un trepador profesional, que busca igualmente un cargo, un hueso, para tener fuero porque también lo traen en la mira, principalmente la Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por las irregularidades que dejó en Michoacán, donde cobraba como gobernador.
No hay que darle muchas vueltas.
Ninguno de los dos tenía la mínima posibilidad no sólo de ser candidato presidencial del frente, sino de ganar, siquiera, la encuesta que se aplicará para elegirle.
Así que sólo se trata de ruido para asegurar el hueso.
Jesús Zambrano Grijalva, líder de lo que queda del PRD, sabe perfectamente que ninguno tenía le menor posibilidad y sólo presiona.
-No vamos a aceptar exclusiones políticas de nadie, dijo.
Anoche, en el primero de seis foros que organizará el frente para sus precandidatos, Beatriz Paredes Rangel, Xóchitl Gálvez Ruiz y Santiago Creel Miranda le rogaron, le suplicaron, a Zambrano Grijalva no irse y sumarse, porque sólo así, sin importar el tamaño de los partidos, unidos podrán enfrentar a la aplanadora que significa Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con 600 mil millones de pesos en becas al año y con todo el poder del Estado.
Basta recordar cómo Andrés Manuel López Obrador lo reconoció en enero pasado:
-Ayudando a los pobres va uno a la segura , porque ya sabe de que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad.
Entonces no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política.
Es decir: los pobres, a los que se ayuda, son votos y las elecciones se ganan así, con votos.
¿Qué caso tiene ese berrinche?
Ya se lo dije: presionar para ganar más.
LÓPEZ OBRADOR Y MORENA, UN ACCIDENTE HISTÓRICO
Una hora y media duró el primero de seis foros que organiza el frente y la coincidencia de los participantes fue que este gobierno es autoritario y disfuncional.
Beatriz, Santiago y Xóchitl hicieron un llamado a Zambrano para reintegrarse y mantener la unidad.
Paredes Rangel soltó la mejor frase de la noche:
– No estoy obsesionada con Andrés Manuel López Obrador, pero él y Morena son un accidente histórico por nuestros errores.
MÁS POBREZA EXTREMA Y 30 MILLONES SIN ACCESO A SERVICIO MÉDICO
El Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer ayer que en México, desde 2018 cuando comenzó este gobierno, se redujo la pobreza al pasar del 41.9 a 36.3 por ciento.
Es decir, unos 5.1 millones de personas salieron de la pobreza por el aumento del salario mínimo y a las pensiones.
¡Ah, pero también infirmó que la población en pobreza extrema, que no tiene ni para comer, pasó de 7 al 7.1 por ciento!
Unos 400 mil mexicanos.
Pero lo más grave, sin duda, es que de 16.2 por ciento de mexicanos que no tenían acceso a servicio médico hoy son 39.1 por ciento.
Nada más 30 millones 300 mil personas más.
Sumados a los 20 millones que existían, hoy son 50 millones de un total de 130 millones de mexicanos.
¿Por qué?
Porque López Obrador desapareció el Seguro Popular, porque se recortó el presupuesto para Salud y se reforzó para obras faraónicas pero inservibles como la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y al Tren Maya.
¡Ah! y las becas, que significan votos.
Ese es el gobierno de cuarta… transformación.
Vámonos: Que alguien le explique a Andrés Manuel que la violencia en razón de género sólo es para las mujeres. No vaya usted a creer que es un ignorante.
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