Ricardo Del Muro/ Austral
El Frente Amplio por México realizó su foro nacional “Visiones de México”, en el que participaron Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Santiago Creel y Enrique de la Madrid, quienes coincidieron en que la violencia y la inseguridad constituyen el principal problema del país y, aunque con diferentes matices, también estuvieron de acuerdo en que es necesario que el Estado mantenga los progamas sociales para reducir la desigualdad y la pobreza.
Ante un auditorio en donde resaltó la “silla vacía” por el desaire del perredista Jesús Zambrano, los cuatro aspirantes presentaron sus proyectos en un tono cordial y reiteraron la idea de que encabezarían un gobierno de coalición, por lo que hicieron un llamado al PRD para que no abandonde la alianza.
Las críticas fuertes, obviamente, se centraron contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero no fue un debate y tampoco hubo confrontación entre ellos, salvo cuando Xóchitl Gálvez se dio por aludida por la crítica que hizo Beatriz Paredes, quien pidió a los ciudadanos que “voten con la acción, no sólo con la emoción (ya que) los liderazgos carismáticos salen muy caros”.
En respuesta Xóchitl señaló: “El carisma no es suficiente, su servidora es carismática, es entrona y creo que puede llegar a ser una buena opción”, por lo que Beatriz aclaró: “Yo no me referí a ella como carismática. Los carismáticos – explicó – son una secta religiosa. Vicente Fox, Enrique Peña Nieto tuvieron un liderazgo carismático. Los pobres pensaron en un liderazgo y hoy México vive una polarización terrible, no se requieren campañas campales ni provocaciones.
Si estamos en un Frente Amplio tenemos que articular un discurso compartido”.
Aparte este incidente, fue un interesante diálogo político, algo que hay que destacar y que ojalá sea la pauta de las campañas electorales, porque hace mucho que el tono cordial no se utilizaba en el ambiente político mexicano, donde los debates en el Congreso se han convertido en pleitos con gritos, insultos, sombrerazos y hasta trancazos.
Incluso el presidente López Obrador, en su conferencia mañanera, evitó ofrecer algún posicionamiento respecto al foro del FAM y dijo que no respondería a las palabras del priísta Enrique de la Madrid, quien afirmó que México fue atacado por dos virus, el del “covid y el de la 4T”, ya que puede ser usado para que el Tribunal Electoral emita sanciones en su contra.
En el foro del FAM, los cuatro precandidatos opositores coincidieron en que la violencia y la inseguridad constituyen la principal precupación de los mexicanos.
“La política de abrazos y no balazos es un fracaso. La impunidad genera más violencia, que alimenta un círculo vicioso”, dijo Xóchitl.
“Tenemos saldos de guerra. Es el crimen organizado, que está a sus anchas. Me imagino un México donde el Estado de derecho sea una realidad y así se combata la impunidad, la corrupción y la violencia”, expresó Creel. Y De la Madrid señaló: “Me indigna ver un México que se desangra. Da vergüenza circular por nuestras carreteras. Me indigna tener un gobernante que le da la mano a la madre del criminal más conocido, pero la espalda a las madres buscadoras”.
Al abordar el tema de los programas sociales, una de las principales características del Estado benefactor que impulsa la Cuarta Transformación, todos los precandidatos opositores coincidieron en que deben continuar; “ya están en la Constitución”, hizo notar Creel, aunque cada uno los presentó con diferentes matices. Xóchitl Gálvez fue la primera en reiterar que está “absolutamente de acuerdo con los programas sociales”, entre ellos el de Jóvenes Construyendo el Futuro pero con inglés y cómputo o robótica incluidos.
Gálvez pugna porque los programas sociales dejen de ser clientelares y que haya padrones transparentes elaborados por instituciones académicas. “Estoy de acuerdo con los programas sociales, son indispensables, lo dice el Coneval ha aumentado el ingreso, pero con una evaluación independiente, como lo hizo la UNAM cuando fui jefa delegacional en Miguel Hidalgo”, explicó.
Paredes puso énfasis en que además de dichos programas, México debe tener “políticas duras”, refiriéndose a la fortaleza con la cual se debe llevar a cabo la política educativa, la de salud y la de seguridad, y a partir de ahí combatir lo que para ella es la batalla central: la injusticia y la desigualdad.
“Ni un peso atrás, ni un peso menos, pero eso no es lo que saca a la gente de la pobreza, sino una economía vigorosa”, dijo De la Madrid al pronunciarse por la permanencia de los programas sociales, aunque comentó que se requiere de una economía mixta, con un sector privado vigoroso y que invierta, crezca y genere empleos, pero empleos cada vez mejor pagados y donde impere el Estado de Derecho. En resumen, los precandidatos del FAM tienen una visión de país completamente distinta a la de la Cuarta Transformación, pero mantendrán los programas sociales. RDM