José Alberto Sánchez Nava
1.-Ante el vertiginoso escenario contemporáneo, donde la inteligencia artificial (IA) se erige como una fuerza transformadora capaz de moldear innumerables aspectos de la sociedad, la educación primaria y secundaria en México enfrenta una encrucijada de gran trascendencia. A medida que el mundo avanza hacia una era de automatización y digitalización, el sistema educativo mexicano se encuentra en un punto en el que los criterios para conformar planes y programas de estudios adolecen de legalidad al vulnerar el interés superior de la Niñez en México, al omitir tomar en cuenta una educación científica cuyo pilar es el aprehender a transformarse, en equilibrio con las ventajas de la tecnología y la preservación de los valores educativos fundamentales como la libertad, la justicia, el diálogo y la democracia, además de darles a los educandos las herramientas básicas suficientes para que puedan integrarse con éxito a la vida productiva.
2.-La Educación, cimiento sobre el que se erige el progreso de una nación, debe ajustarse a los cambios que imperan en la sociedad moderna. La inteligencia artificial y la automatización, en tanto herramientas con el potencial de revolucionar la forma en que interactuamos con la información y el conocimiento, ofrecen oportunidades excepcionales para el avance educativo. Sin embargo, como en todo proceso de transformación, la precaución y la consideración son esenciales para no extraviarnos en la vorágine de la novedad, como ocurrió en los noventas en que la máquina de escribir quedo rebasada en la estructuración, manejo y resultados productivos de la información, con el obligado uso del ordenador como una herramienta tecnológica que cambió al mundo.
3.-Uno de los pilares más importantes del retroceso educativo en México es la falta de respeto a la observancia de la Ley General de Educación por parte del Gobierno. La normativa establece que la participación activa de los padres de familia es fundamental para el diseño de programas y planes de estudio, así como la elaboración de libros de texto. En este punto, la sombra de los atropellos a la ley por parte del Estado se proyecta de manera alarmante hacia un adoctrinamiento educativo lo cual implica un retroceso al principio humanitario de “Progresividad” de la educación básica en México la cual pugna por el no retroceso en ese ámbito.
4.-La falta de participación real de maestros, especialistas y padres de familia para la conformación de planes de estudio previos a la elaboración de los libros de texto, abre la puerta a un panorama preocupante: el adoctrinamiento y la manipulación del Estado por medio de información sesgada la cual rechaza aspectos científicos a cambio de doctrinas retrógradas. La educación debe ser un espacio donde florezcan el pensamiento crítico y la formación de ciudadanos capaces de discernir y evaluar la información de manera objetiva. El riesgo de inyectar información sesgada y alejada de criterios científicos universales con base a los principios humanitarios de progresividad puede tener consecuencias nefastas de retroceso en la formación de las futuras generaciones en México.
5.-Ante este escenario, es imperativo considerar el futuro de la niñez mexicana, quienes podrían enfrentar una brecha educativa insalvable. La educación privada, con sus recursos y enfoques diferenciados, podría proveer a algunos niños de herramientas y habilidades cruciales para sobresalir en un mundo cada vez más orientado a la tecnología. Mientras tanto, aquellos que no tengan acceso a una educación equitativa podrían verse en desventaja, perpetuando una división social que atenta contra la esencia misma de la justicia educativa, formando ciudadanos que solo serán percibidos como votos duros, para sostener un régimen que lo único que proyecta hacia los jóvenes es una inseguridad reflejada en la cantidad de muertes en un sexenio dirigido por gente que consume más de lo que produce, por ello, una educación con información sesgada en los materiales y planes educativos, les garantizaría que la misma necesidad y pobreza de nuestra gente, los perpetúe en el poder.
6.-Es en esta encrucijada que se nos llama a la reflexión y a la acción. El sistema educativo debe abrazar la tecnología de manera consciente, garantizando que su implementación sea coherente con los valores fundamentales de la educación y la ética. El respeto a la Ley General de Educación y la inclusión activa de los padres de familia en la toma de decisiones educativas se erige en piedras angulares para salvaguardar el futuro de nuestra niñez. Es por ello, que la mejor inversión de un país, es la que se destina a la Educación.
7.-La evolución de la inteligencia artificial es imparable y, sin duda, impactará la educación en formas profundas y significativas. Sin embargo, es nuestra responsabilidad asegurar que este impacto sea positivo y enriquecedor, en lugar de constituir una amenaza para los valores que sustentan nuestra sociedad. La educación es la semilla del cambio y el progreso, y es fundamental que su siembra se realice con sabiduría, empatía y un compromiso inquebrantable con el futuro de México y sus generaciones venideras.
8.-La UNESCO elabora actualmente un marco de autoevaluación de la aptitud para sacar provecho de la Inteligencia Artificial (IA) que tiene como objetivo ayudar a los Estados Miembros a evaluar el nivel de preparación y de capacidades para abarcar e integrar a escala nacional las tecnologías de la IA en todos los ámbitos relativos a la educación. Se creará un perfil para cada país con miras a identificar sus puntos fuertes y débiles, así como las recomendaciones concretas para responder a sus necesidades.