Joel Hernández Santiago
Apenas terminó el período de “Asambleas Informativas” de las cuatro “Corcholatas”, que aspiran a ser los representantes y defensores y voceros de la 4-T para su preservación y registro histórico –según se dice-; y para continuar con los cambios y fortalecer lo ya hecho, según prometen.
Estas famosas “Asambleas…” pusieron en la mesa de las disecciones a cada uno de los aspirantes a ser presidente de este país atribulado.
Y puso en esa mesa la manera cómo cada uno sabe mover el abanico. La forma y la capacidad con la que mostraron músculo, quedaron registradas día a día en esas manifestaciones ‘de adhesión voluntaria de militantes, simpatizantes, diletantes y mirantes de lo que ocurre en el país en tiempos de la mismísima 4-T’. Porque eso es ¿no?
Todo comenzó con tersura. Hace meses se saludaban cordiales Claudia Sheinbaum, como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubón, Canciller que era; Adán Augusto López Hernández, en su carácter de Secretario de Gobernación y hasta Ricardo Monreal Ávila…
… Éste, senador con licencia, que llega para defender su honor y su gloria, porque también quiere ser presidente, pero en vista de sus vaivenes, ahora sugiere que puede aspirar a ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
El chiste es no moverse para la fotografía, si no, no sale, o sale movido. Todos tuvieron que pedir licencias o renunciar a sus cargos por órdenes supremas y porque ahora, quieren más.
Pero pronto “aquí se rompió una tasa” y Marcelo dio el primer grito de “¡Piso parejo!”. Así hizo un llamado enfático para exigir a Mario Delgado –presidente del partido Morena– y quien obediente de Palacio opera los procesos de cada uno de ellos, opera a los grupos políticos para favorecer a uno o a otro, opera entre gobernadores de Morena en el país, y a los legisladores que morenos son, para exigir a todos su aportación a la causa 4-T.
Marcelo dijo: “¡Ya basta!” a los excesos en los que cayó la corcholata Claudia Sheinbaum en eso de gastar a raudales y hacer uso de la historia que tanto repudian: como antes, aparecían multitudes a su paso, atraídas no por el carisma, la calidez, la fortaleza propia o la capacidad de gobierno de la ex Jefa de gobierno de la capital del país: no.
Pero si porque decidieron estas fuerzas vivas del morenismo nacional que era ‘la consentida del profesor’ y era ella la que será ungida como candidata a la presidencia por la 4-T, a pesar de los esfuerzos de los otros tres Corcholatos que, visto bien, saben de qué se trata…
… Que eso de la consulta es “un sueño, una ilusión”, porque quien habrá de decidir el nombre de la ganadora es quien la ha apoyado en todo momento, la ha impulsado, ha visto que las fuerzas vivas del país y gobiernos y grupos políticos morenistas se le entreguen para que no quede duda de que ella cuenta con fuerza política y social, capacidad de convocatoria, y de solidaridad 4-T.
Así que el sábado 26 de agosto llevaron a cabo el cierre de las “Asambleas…” que fueron mítines insospechados: cargados de simpatizantes que ‘por sus propios medios y por su propia voluntad vinieron a aplaudir, gritar de gusto, trompetas y clarines y matracas a todo lo que da, para que esa multitud mostrara ese fervor nacido del corazón y de las entendederas democráticas de cada uno hacia su candidato o candidata.’
Claudia Sheinbaum llenó la Plaza de la República con gente que llegó de los confines del país. Y eso: todos ellos acudieron ‘de manera voluntaria, entregados a la causa de CS-4T, seguros de que ese es el camino de la democracia y la transparencia y la seguridad pública y social y el crecimiento económico y la solidez científica, educativa y cultural… y todo eso que es el gobierno de lo justo.’
Ella sugirió ahí algunas ideas o apuntes para la construcción de “el segundo piso de la transformación, que se pueden sumar al Plan de Gobierno para darle continuidad a la 4T.”
Adán Augusto López que atrajo multitudes en Toluca, Estado de México, hasta donde ‘llegaron sus fervientes seguidores para dar cuenta de su apoyo inconmensurable.’ Y le cantaron: “Sabemos que no somos los mejores, pero somos los mejores actualmente… esa mano arriba la queremos todos, con Adán estamos Augusto, encontramos el rollo”… Faltó: “Y cuidado con los codazos”.
Marcelo Ebrard en Guadalajara juró y perjuró que van dos y nadamás que dos: Él y Claudia. Ricardo Monreal en Tlatelolco pidió unidad en torno al presidente López Obrador. Y por ese rumbo cada uno de los aspirantes a ser el ungido, el elegido, el señalado por el dedo flamígero de todo el poder.
Mientras tanto las aspirantes del Frente Amplio de México siguen en la lisa por ser –una de ellas- la candidata del frente opositor a la presidencia del país. El tema es quién: Xóchitl Gálvez que de pronto irrumpió e hizo sonar las alarmas en la 4-T de Palacio Nacional porque inmediato consiguió levantar vuelo hacia la presidencia. Pero no es tan fácil. Hasta el hijo de Palacio Nacional tiembla y le manda misil destructor a la hidalguense.
Beatriz Paredes con enorme experiencia política, está dispuesta a dar la batalla. Tiene a favor esa experiencia, sin duda, tiene a favor su idea clara del futuro para México porque lo conoce “de pe a pa”. Pero tiene en su contra la sombra de un partido que no quería cambiar y que, por lo mismo, se mantuvo en el poder por más de setenta años… que luego regresó y que luego perdió…
Pero bueno. Somos, los mexicanos, el objeto del deseo electoral de cada uno de ellos.
Pero los mexicanos tenemos una enorme responsabilidad con nuestro propio criterio, con lo que queremos para México en el futuro –sin el engañoso plumaje de la caridad entendida como política pública—y, sobre todo, porque está en juego el país que habremos de heredar a los que siguen. Ojalá no seamos objeto de reproche por los errores electorales hoy cometidos. Ojalá no.