* Haber inventado el falso rumor de que en Tizayuca se vende barbacoa de perro, con el fin de golpear a un ejidatario que es su opositor a la cesión de territorio a Tolcayuca, le ha salido contraproducente a la alcaldesa pues además de nunca haber presentado las supuestas pruebas a las autoridades sanitarias, su ocurrencia amenazó con causar un terrible daño a la gastronomía del Estado y enormes pérdidas económicas al grado que la información propalada por sus funcionarios, fue desmentida por la Secretaria de Turismo del Gobierno del Estado, el municipio va a la deriva y una muestra más son los bloqueos de los transportistas, cansados de extorsiones y la falta de protección de las autoridades municipales
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
Mientras la alcaldesa de Tizayuca, Susana Ángeles Quezada, apenas trataba de zafarse del menudo aprieto en que se metió con su “Barbacogate”, un nuevo bloqueo de indignados transportistas en la autopista México-Pachuca que cubren las rutas de su municipio a la CDMX, terminó por asestarle un golpe más a su cada vez más evidente incapacidad para gobernar.
Por donde se le vea, el desgobierno y la ineptitud se han hechos habituales en Tizayuca, afectando a toda la sociedad por igual, incluso más allá de los límites de la golpeada demarcación porque la calumnia vertida en las páginas oficiales del propio ayuntamiento, sobre la dizque barbacoa de perro, terminó impactando de manera negativa a buena parte de la industria gastronómica del Estado.
Pero vayamos por partes:
Como se recordará, el pasado 27 de agosto, personal de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos realizó un operativo en contra de un comercio de barbacoa conocido como Tío Pepe, en la zona de Los Conos. Además de decomisarle sus enseres y mercancía, los funcionarios subieron a las redes una imagen donde aparecía, supuestamente, la cabeza de un perro cocinada y puesta sobre una penca de maguey.
La foto se viralizó en redes sociales pero también pasó a ser una nota de impacto en los medios de comunicación que hicieron eco a la maliciosa versión oficial de los funcionarios de Tizayuca. Es decir, que todo México y gran parte del mundo se enteró de que los barbacoyeros tizayuquenses, daban perro por borrego.
El efecto negativo, terminó afectando a los expendedores de este producto en todo el Estado, por ser uno de los platillos más importantes y representativos de la gastronomía hidalguense. El costo económico amenazaba ser de tales consecuencias que la propia Directora de Turismo del Gobierno del Estado, Elizabeth Quintanar Gómez, tuvo que salir a desmentir la tendenciosa versión propalada por la gente de la alcaldesa, Susana Ángeles.
Muchas dudas ya habían surgido sobre la veracidad de la supuesta existencia de barbacoa de perro en los comercios que funcionan a pie de carretera en Tizayuca, y terminaron poniendo en tela de juicio lo difundido por el gobierno municipal, sobre todo porque curiosamente el cuerpo del delito desapareció de manera sospechosa y los propios funcionarios del municipio, ni siquiera entregaron las supuestas pruebas a la Comisión de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y a las autoridades de salud para que junto con la mercancía decomisada en el Tío Pepe, se hicieran las pruebas de laboratorio necesarias para determinar una sanción más allá del terreno administrativo.
¿Pero cuál era y es el verdadero trasfondo que motivó a la alcaldesa poner en marcha una acción punitiva precisamente contra, José Alfredo Hernández, propietario del local?
Sucede que como hemos publicado profusamente en este espacio, la edil de Tizayuca está metida en grave problema por la afectación a diversos ejidos del municipio que se niegan ser absorbidos por la demarcación de Tolcayuca. Uno de los principales opositores a tal intención de Susana Ángeles es precisamente el ejidatario, José Alfredo Hernández.
Muchos morenistas que desaprueban las malas artes con que está gobernando la joven y ambiciosa alcaldesa, como la diputada local de ese partido por el XV Distrito, Juana Vanesa Escalante, enviaron un mensaje para ser leído entre líneas al acudir a El Tío Pepe a comer y tomarse la foto con el propietario en señal de desaprobación a los excesos y abusos de poder de su correligionaria.
En su desesperación por doblar a sus oponentes, Ángeles Quezada está cometiendo pifia tras pifia pues no midió, primero, que una mentira de tal tamaño terminaría difundiéndose masivamente no solo en Hidalgo sino en todo México. La posición adoptada por la titular de Turismo en el Estado, habla de que al más alto nivel se están desaprobando sus descocadas estrategias y de que en su partido hay más de una voz dispuesta a cerrarle la puerta en su proyecto para llegar al Senado. El daño que Susana Ángeles ha causado ya bien amerita que en el Congreso Local le hagan juicio político para su desafuero y destitución.
Porque además, tampoco ha resuelto el grave problema de la inseguridad y cobro de piso que tiene al borde del colapso a los transportistas de Tizayuca. Nuevamente miles de habitantes del municipio se vieron afectados con el paro, pero también miles de automovilistas.
“El Barbacogate”, propiciado por la propia edil, le atrajo una pésima publicidad a su municipio y a todo el Estado, pero conforme se sepa el verdadero trasfondo, Susana Ángeles empezará a despedirse de su sueño por llegar a un escaño en la Cámara Alta. Todo es cosa de dar tiempo al tiempo…