La adopción de tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) está en un auge notable en México, siendo especialmente evidente en sectores como el bancario, e-commerce y las entidades gubernamentales. Aunque estos sistemas pueden perfeccionar la eficiencia y exactitud en los procesos decisionales, es innegable que también originan importantes amenazas en lo que respecta a la privacidad y salvaguarda de la información personal.
En territorio mexicano, la LFPDPPP actúa como la guardiana de los estándares y criterios para el manejo y custodia de los datos personales de la población. No obstante, su ejecución no ha sido óptima, siendo evidencia de ello los múltiples incidentes de infracción de privacidad registrados.
Las IA tienen la capacidad de acumular y examinar extensas bases de datos personales, que incluyen detalles de transacciones financieras, historiales clínicos, y hábitos de compra. Esta aglomeración de datos, pese a tener el potencial de optimizar servicios, no está exenta de ser empleada con intenciones negativas, tales como espionaje, discriminación y usurpación de identidad.
Diversos escándalos relacionados con violaciones a la privacidad con IA han sacudido México; desde compañías sancionadas por la CNDH por manipulación inapropiada de datos en campañas políticas, hasta aplicaciones de citas que divulgaban datos de sus clientes sin consentimiento previo. Sumado a ello, surge una creciente inquietud sobre el uso de IA en la industria financiera, donde sistemas automatizados pueden llegar a tomar resoluciones discriminatorias y desequilibradas.
En respuesta a estos desafíos, es imprescindible intensificar las directrices y el monitoreo de las IA. Es primordial que las firmas que integran IA respeten las disposiciones de la LFPDPPP, garantizando los derechos ciudadanos. Además, es crucial fomentar una cultura de conocimiento y precaución en los consumidores respecto al uso de IA.
A pesar de los desafíos presentes, es vital reconocer los aportes positivos de la IA, como es el caso de los asistentes virtuales, siendo ChatGPT, una creación de OpenAI, un claro exponente de los avances en el campo, permitiendo una comunicación fluida y respuestas pertinentes generadas mediante redes neuronales.
Este asistente virtual halla aplicaciones valiosas en distintas áreas: en el ámbito corporativo facilita una mejor atención al cliente, en el sector salud provee recomendaciones saludables personalizadas, mientras que en la educación puede orientar sobre ofertas académicas y responder inquietudes de estudiantes y docentes.
Aunque la IA ostenta numerosas ventajas, como mejoramiento de servicios y facilitación de información pertinente, no se puede obviar los riesgos potenciales vinculados a la seguridad de los datos personales, instando a una regulación más rigurosa en México. ChatGPT ilustra la manera en que la IA puede ser un recurso valioso, siempre y cuando exista una supervisión adecuada que garantice la protección de la información personal de los individuos.