Por: Manuel Toledano Morales
El comandante AB, uno de los policías de inteligencia que combatió a la Liga 23 de Septiembre, da su testimonio 30 años después.
El comandante AB: sobre la detención de Elías Orozco Salazar.
En la detención de Orozco, fue herido el comandante AB y otro policía muerto en el enfrentamiento con la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Por Comandante AB
El comandante AB (como él quiere que se le identifique en esta serie) dirigía una de las ocho comandancias operativas con las que contaba la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal en los años ochentas. Un hombre robusto, serio, con facilidad de palabra, pero siempre muy sigiloso.
Cuando él entraba a su oficina, los elementos de la guardia que se encontraban sentados se ponían de pie en señal de respeto. Todo se volvía silencio. Mal encarado por momentos, trataba de montar un personaje aislado de los demás. Siempre bien vestido, trajes a la medida y calzado de calidad.
El comandante AB, ya tenía un historial importante en su trayectoria. Había combatido a la guerrilla en esa década de 1970, un periodo importante en la historia de México que puso de cabeza a los grupos de seguridad especializados en inteligencia de nuestro país. Por azares de la vida nos volvimos a encontrar casi tres décadas después.
Un amigo comandante me facilitó su número y lo contacté al verlo en una fotografía con elementos retirados del servicio secreto y ex mandos de otras corporaciones policiacas. Ahí estaba el buen comandante AB, un poco más delgado, con su cabello lleno de canas y su peculiar pose de mal encarado.
No dudé en llamar. Tenía esa sensación de gusto por encontrarme con quien en mis inicios como reportero en la fuente de policía me contaba historias de hechos policiacos, en donde él y un grupo de policías mexicanos se habían especializado con el Mossad (servicio de inteligencia Israelí) para combatir la guerrilla en nuestro país .
En particular, se tenía que combatir a la Liga Comunista 23 de Septiembre, una organización guerrillera de corte marxista-leninista que luchaba por los ideales comunistas de la liberación del proletariado, la destrucción de la burguesía y el establecimiento de un gobierno socialista.
Para poder financiar su movimiento, los miembros de la Liga iniciaron una serie de acciones violentas que consistían en robo a bancos y secuestros de empresarios. Uno de sus objetivos, fue el regiomontano Eugenio Garza Sada. Un comando de esta organización intentó secuestrarlo pero le salieron mal las cosas y finalmente perdió la vida Garza Sada. De ahí se inicia una cacería contra los responsables del crimen que conmocionó a la sociedad neolonesa.
Periódico Tribuna de Monterrey, que da la noticia el 18 de septiembre de 1973 sobre la muerte de Eugenio Garza Sada.
El testimonio del comandante AB
Después de muchas horas de platicar en diferentes lugares, convecí al comandante AB que me contara su historia, de cómo sitió a los guerrilleros, de cómo tras un enfrentamiento con ellos murió un elemento de la policía judicial y salió herido él mismo. Fue el enfrentamiento en que se pudo capturar a Elias Orozco Salazar, alias “El Ulises”, y con ello poder llevarlo a la justicia por el homicidio de Eugenio Garza Sada.
Este movimiento guerrillero, ayer eran villanos; hoy, los héroes en los Libros de Texto Gratuito de primarias distribuidos por la SEP.
Elías Orozco Salazar, ex miembro de la Liga 23 de Septiembre, estuvo 17 años y medio en prisión por el asesinato del empresario Eugenio Garza Sada. Foto: Expreso.press
De su propia mano, el comandante AB escribió lo siguiente:
En fechas recientes, he recibido información del premio Garza Sada y ha venido a mi memoria el sujeto que cometió el homicidio de Don Eugenio. Por aquellos días, me encontraba en mi domicilio y me visitó el 4 de octubre de 1973 mi amigo, el Sr. Antonio García Luna, quien comentó que su amigo y de quien había sido colaborador, el Sr. Max Michel Suberville, dueño de la empresa Liverpool, le había pedido el favor de dar mantenimiento a una cabaña y un viñedo en Amecameca, Estado de México.
Al estar él hospedado en el Hotel Los Volcanes, en Popo Park, los empleados del lugar le comentaron que en una de las cabañas del hotel se hospedaban unas personas que no permitían el acceso para realizar el aseo de las habitaciones. Dicha información la comentó el suscrito con quien en ese entonces era mi compañero Raúl Moreno Bello y con Jesús Miyazawa Álvarez, subdirector de la Policía Judicial del Distrito Federal. También lo hice saber al comandante Rosalino Ramírez Faz; y al director Lic. Jesús Antonio Sam López.
Fuimos el 5 de octubre a investigar y a revisar el lugar. Regresamos, y se nos proporcionaron las armas necesarias y seis elementos del grupo de inteligencia “Anti-porros”.
El 6 de octubre de 1973, cerca de las 19:00 horas, rodeamos la cabaña, y en el interior se efectuaba una reunión -a nuestro entender- de delincuentes, pero era una reunión de guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Ellos nos detectaron y comenzaron a disparar, mi compañero Raúl Moreno Bello irrumpió por la puerta y es recibido a mansalva. Lo matan. Yo corro disparando mi arma UZI, pero me disparan y me lesiono en el tobillo y codo izquierdos, caigo y se dan a la fuga por un campo atraviesa por detrás de la cabaña.
Elías Orozco Salazar sube a un árbol, pero es detectado por los demás agentes de la policía judicial del Distrito Federal y se rinde. De Amecameca se le traslada a los separos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal para su interrogatorio, yo fui trasladado al Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE. Ésta fue la detención del guerrillero Elías Orozco Salazar, alías “El Ulises”.
Ésta es la primera entrega de las memorias que el Comandante AB estará compartiendo en exclusiva para los lectores de Latitud Megalópolis que reproduce Los Ángeles Press.
Hasta la próxima…