Joel Hernández Santiago
O como se dice en mi tierra: “mejor me lo río, y no me lo lloro”. Esto porque parece mentira, o de plano una broma macabra, que el señor Hugo López Gatell solicitara al presidente de México poder competir en 2024 por la candidatura de Morena para la jefatura de gobierno de la CdMx.
O de plano, el subsecretario de Salud no tiene la exacta dimensión de su impopularidad nacional y mucho menos que una de las capitales más politizadas del país pudiera aceptar ser gobernada por quien es conocido por las enormes fallas, deslices, sacrilegios, y mortandad en el país, como consecuencia de su malísima gestión de salud durante la pandemia de Covid 19…
Una pandemia que azotó con mucho mayor rigor a los mexicanos, causando muchas más muertes de las que debieron ocurrir debido a las trabas, impedimentos, desconocimiento u obediencia abyecta de quien parece no reconocer su participación insana en ese trágico momento de la vida nacional…
… Y quien hoy aspirante a gobernar a los capitalinos. Y aún más: es corresponsable del estado de gravedad en el que se encuentra el sistema de salud pública nacional.
Otro escenario es que le hayan ordenado desde Palacio Nacional que participara en la contienda electoral como cortina de humo y distractor de los grandes problemas nacionales, a sabiendas que esa propuesta avivaría el avispero nacional… y de paso bajarle los humos a uno, no, candidato presidencial: Omar García Harfuch.
A Omar García Harfuch, Palacio Nacional lo ve con malos ojos, a pesar de haber aprobado su participación en el proceso electoral; lo asocia con Genaro García Luna, con quien el ex secretario de seguridad capitalino trabajó durante el gobierno de Felipe Calderón, como también por su presunta participación en el tema de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa…
Y sí, puede caerle muy mal García Harfuch al presidente, pero también es cierto que debido a sus éxitos durante los poco más de tres años de su gestión en la seguridad capitalina, le han ganado una muy amplia popularidad y le han acumulado un buen capital político que nadie, con dos dedos de frente, puede desdeñar. El presidente lo sabe y es muy probable que busque un contrapeso.
Lo malo de esta decisión es que ese contrapeso-Gatell es en verdad de poco peso político y de bajísima aceptación en el ánimo electoral de los ciudadanos capitalinos. De todos modos el presidente lo aplaude y lo exime de culpas y dice que es un hombre admirable.
Aquí puede pasar lo que ocurrió cuando el presidente pidió a los mexicanos que perdonaran al grupo “Yahritza y su Esencia”, cuyos chamaquitos hablaron mal de la comida mexicana: lo imperdonable; y sólo consiguió para ellos doble rechifla en el Zócalo capitalino durante sus presentaciones.
A menos que se quiera llevar a cabo una elección de Estado en el caso de la capital del país y se quiera imponer a quien ha dañado gravemente el sistema de salud nacional y a quien se debe el fallecimiento de miles de mexicanos más durante la pandemia Covid 19. ¿O acaso se buscará fuero, para protegerlo de futuros señalamientos?
En todo caso Morena está listo para intentar recuperar a la capital del país. Tiene candidatos con gran fuerza pública, no necesariamente popularidad. Están Clara Brugada, incondicional de Claudia Sheinbaum desde la alcaldía en Iztapalapa; está García Harfuch, impulsado por ‘la vara de mando’ de Claudia Sheinbaum y está Hugo López Gatell, propuesta presidencial: ¿Quién da más?
De la contienda se bajaron a tiempo dos personajes que querían, pero no podían por todas razones:
El primero de ellos fue Ricardo Monreal quien, durante la consulta de Morena para ser coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación de cara a las elecciones presidenciales de 2024, obtuvo bajísima puntuación… Esto por sus vaivenes políticos previos.
Le dijeron que podía competir por la capital del país, pero nada, que una vez que conoció que Omar García Harfuch iría como representante de Sheinbaum se bajó del caballo, reconoció que ya los dardos estaban cargados.
Lo mismo hizo Cuauhtémoc Blanco quien anunció que competiría por la jefatura de gobierno de CdMx., en un momento de exceso de confianza en sí mismo. Nada que ver. El ex futbolista no tenía ni la más mínima posibilidad de ganar y sí toda la posibilidad de que Morena perdiera la capital de México.
La oposición sigue deshojando la margarita. No despierta. No propone candidatos. No diseña espacios políticos alternativos: nada. Sí tiene a su favor un buen número de alcaldías de las 16, pero eso no les garantiza nada aun. ¿Despertarán algún día?
Por otro lado, este tipo de decisiones son la punta de la madeja que podrá correr por todo el país para la selección de candidatos: personajes públicos de gran peso, aunque sean impopulares y dañinos. Ya veremos qué sigue tierra adentro.