Yo Campesino / Más violencia
• Con 250 mil militares más en las calles hay más muertos que en la guerra de Calderón
Miguel A. Rocha Valencia
Durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en que se aplicó la “Campaña Permanente Contra el Narcotráfico”, fueron destacados entre 50 mil y 70 efectivos militares que según el ganso sería regresados a los cuarteles, pero en vez de hacerlo, los incrementó hasta 150 mil y les agregó los 100 mil elementos de la Guardia Nacional pero la bajo la consigna de dar abrazos y no balazos al crimen organizado.
En todo el sexenio de Calderón se registraron 121 mil asesinatos, murieron 337 elementos del Ejército mexicano, 224 en enfrentamientos y 133 en accidentes. Con Enrique Peña Nieto el total de homicidios dolosos fue de 157 mil y en lo que va de la administración del virrey con cinco veces más fuerzas militares en las calles, ya se superaron los 167 mil y se calcula que a este ritmo llegará a los 200 mil.
Si eso no es un fracaso… El resultado es que hoy con cinco veces más capacidad numérica y mayor capacidad de fuego y equipamiento de las fuerzas armadas, el crecimiento de las organizaciones criminales es acelerada, asumen el mando a plena luz de día de comunidades y zonas enteras del país donde los soldados y guardias civiles nunca llegan o se les “hizo tarde para arribar al lugar”.
Ya que se fueron los “malos”. El resultado es que ya se contabilizan 167 mil 300 asesinatos, más de la tercera parte del territorio nacional y sus actividades económicas lícitas en manos del crimen organizado y el asalto de cargos públicos por parte de “políticos” al servicio de los cárteles incluyendo de la 4T que, como Mario Delgado, líder de Morena, son innegables sus ligas con el huachicol.
Para colmo, como sucedió en Guerrero y Michoacán donde ante la inmovilidad cómplice de las fuerzas castrenses, surgieron autodefensas defenestradas desde Palacio Nacional con la petición expresa que se desarmaran y no enfrentaran a los criminales.
El resultado fue el incremento en los asesinatos y la ocupación territorial y de todas las actividades productivas de las entidades. Muchos prefirieron huir de sus comunidades. Ahora ante las evidencias de la presencia del cártel de Sinaloa en Frontera Comalapa, desde Trinitaria hasta Motozintla en que desfilaron convoyes de gente armada a plena luz de día, el mesías tropical desestima como “aislados” los hechos y los califica de simple “propaganda” que usa los neoliberales para atacar al gobierno cuatrotero.
Son poco los muertos asegura en tanto las calles y carreteras de aquella zona aparecen desiertos. Se trata de gente que llegó afirman, de Zacatecas y Durango que de inmediato procedieron a formar “bases” de soldados entre la población civil de los diversos poblados y rancherías donde entraron a las casas en busca de niños, adolescentes y jóvenes, como lo hacen en otras “plazas” para reclutar gente por las buenas o las malas.
De eso también hay testimonios. Ante ello el caudillo dijo que ya mandó a la Guardia Nacional para poner orden y resguardar a la población, pero la “leva” ya se realizó a muchos jóvenes desaparecieron porque fueron reclutados o de plano se dieron a la fuga, justo como sucede en Michoacán, Guerrero, Zacatecas o Oaxaca. Y lo grave del tema es que entidades donde por alguna razón los cárteles, especialmente el de Sinaloa se mantenían al margen ya tienen manifestaciones de la violencia criminal como el mismo Tabasco donde la queda de vehículos y bloqueos no fueron calificados así por las autoridades locales para quienes esos hechos fueron simples manifestaciones por la captura de un delincuente.
El caso es que el fracaso no lo va a reconocer el mesías tropical y menos aún dará a conocer los motivos de su pasiva complicidad ante el crecimiento evidente de las actividades criminales y la violencia generada por los cárteles, principalmente el de Sinaloa a cuyos dirigentes se refiere con todo “respeto” y si les es posible, mejor ni los menciona y le da la vuelta o justifica sus actividades.
Bueno hasta desmiente a las autoridades de Estados Unidos que con pruebas demuestran que son los campeones exportadores de fentanilo hacia el norte. Total, que la violencia criminal y todas sus evidencias, resultan un mito y una argucia publicitaria de los enemigos de la 4T para desprestigiarla, incluyendo, desde luego, los muertos, sojuzgados y desplazados.