Por Arturo Sandoval
“Si no podemos proteger la Tierra, puedes estar seguro de que la vengaremos”. Tony Stark- Marvel.
A lo mejor nunca las has sentido, pero sin embargo seguramente lo dices muchas veces; de broma, o cuando ves alguna injusticia, o en la escena de alguna película contra quién comete un delito. Vaya, a en ocasiones encolerizado contra una persona que amas. Pero… del dicho al hecho sí hay una buena distancia, mientras no nos gane la pasión o el abuso de substancias modificadoras de la conducta.
Bueno, hay alternativas para el control de la ira y quitar presión a una olla exprés a punto de reventar. Puede ser: el ejercicio, el psicólogo, terapia Gestalt, un churro, un té de Tila, estar con el ser amado, contar hasta diez… quizás; incluso alguna película donde haya un justiciero, no importa si este es un mafioso que pone en su lugar a un alcalde irresponsable con una golpiza, una esposa que prende fuego a la bodega de una tienda con empleados groseros, una hija que tunde a raquetazos a un tipejo con ganas de abusarla o un hijo para consolidar una venganza al golpear sin clemencia a quien le hacía bullying.
Si después de ver esto en la película “Una Familia Peligrosa” siente algo de alivio, quitará un poco de presión a su vida. Si no lo siente pues no y ya, no pasa nada; sólo se dará un buen rato al ver esta tragicomedia de Michel Pfeiffer y Robert de Niro; quienes son testigos protegidos, donde el FBI los esconde en una ciudad del sur de Francia. Aquí la venganza es bonita aún sin que se las conceda dios y, en la revancha venzan los vengadores, aunque al final… La puede buscar en YouTube, IZZI Go o en otra plataforma.
En un imaginario colectivo, la gente puede sentir alivio cuando ve la noticia de un ladrón capturado o un violador muerto, más si es pedófilo. Uno menos es la disminución de la posibilidad de encontrarnos con esa persona mujer u hombre.
Situaciones de auto justicia fuera de la ley contra los malos están en películas de Buce Lee, Rambo de Stalone, por nombrar sólo dos; pero hay infinidad en culto a la venganza.
NOTA: bueno, ya en total desahogo me pongo a cocinar morrones con ajo, pimienta, sal y aceite de oliva como los que salen en esta película; después veré La Sirenita con mis hijas.