Yo Campesino / Contra México
• Obsesión del ganso en golpear al poder Judicial afecta inversión nacional y extranjera
Miguel A. Rocha Valencia
Antes que Coparmex alzara la voz, el Bank of America (BofA) lo advirtió y se cumplió: Durante cuatro años la inversión pública y privada se contuvo en espera de “mejores tiempos” a causa de las decisiones que el ganso tomaba en materia económica y contra el estado de Derecho que causaron incertidumbre entre los dueños del dinero.
Hoy, justo cuando el Fondo Monetario Internacional advierte que si bien se abren expectativas favorables para México y su PIB que podría mejorar hasta el 2.1 para el próximo año, pero acompañado de fuertes presiones fiscales derivado del excesivo endeudamiento, parece que el golpe contra el poder Judicial se endurece y lo mismo desde Palacio Nacional que los lacayos senadores de Morena se lanzan a una nueva escalada para minimizarlo, cooptarlo o suprimirlo si es posible.
Esto seguramente traerá consecuencias negativas para México, los millones de ciudadanos que desean mejorar sus condiciones económicas por la vía del esfuerzo y con sustento en inversión, sobre todo directa y no aquella que cobra intereses por arriba del 11 por ciento anualizado. Esta vez e prenden dos focos rojos donde el más alarmante es el del Fondo Monetario Internacional que si bien concede que este año el país podrá alcanzar el 3.1 por ciento de crecimiento del PIB y por arriba del dos por ciento para 2024, advierte que las presiones por el excesivo endeudamiento (como comentamos aquí ayer) traerá aparejadas presiones fiscales que incluso condicionarán el desempeño en gasto e inversión al futuro gobierno.
La previsión se deriva insistimos, del precario 17 por ciento de recaudación fiscal y la inexistencia, por agotamiento, de fondos de contingencia y otras fuentes propias de financiamiento como venta de activos de la nación, recuperaciones de créditos, “guardaditos” o recortes a la administración pública que ya presenta síntomas de agotamiento en algunas áreas por ausencia de mantenimiento o recambio de equipos, materiales.
Es decir, no hay más donde echar mano porque la pobreza franciscana impuesta a la administración pública, donde también hay grandes lagunas de gasto sin comprobar o justificar donde se incluyen contratos opacos o francamente fraudulentos, ya está al límite y lo peor que puede pasar es que por ejemplo en el sector salud aumente la escasez de medicamentos. De hecho, las edificaciones sin equipamiento y personal, así se quedarán por lo que resta del sexenio porque simplemente no hay dinero.
Eso implica que el “IMSS para todos” se quedará en veremos y muestra de ello es que el propio director de la institución, Zoé Robledo ya dijo que no alcanzaremos el nivel de atención de los países Bajos ni la satisfacción de fármacos a nivel general porque “nos enfermamos mucho” y nos vamos a enfermar más sobre todo en las llamadas crónico degenerativas que siguen avanzando en sobre defunciones.
En agosto de 2019, el BofA-Merrill Lynch señalaba que, de acuerdo a una encuesta realizada entre los 100 mayores inversionistas del mundo, estaban más “preocupados por las decisiones de López Obrador que la desaceleración de Estados Unidos”.
Y es que, de acuerdo a los analistas, un marco legal inestable que depende de una persona que ni siquiera tiene como contrapeso a un poder Legislativo que matice, detenga o cambio decisiones del Ejecutivo, no es el más apetecible para los inversionistas que no solo atisban la utilidad, sino la seguridad de sus capitales que, en ese sentido, quedan en un alto riesgo de perder.
De hecho, la desconfianza internacional surgió a raíz de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, inversión multimillonaria y multinacional que se truncó en esencia por capricho del ganso de Macuspana y se consolidó a través de una encuesta sin siquiera tener método ni justificación legal.
A partir de entonces de acuerdo con los especialistas, se contrajeron inversiones y por eso ninguna obra de este sexenio tuvo capital extranjero. Otro llamado de atención y que debe tomarse en serio es el de la Coparmex, mismo que hizo el BofA hace cuatro años: Golpear al Poder Judicial es lastimar el marco jurídico de México, es dar inseguridad sobre todo a los extranjeros, en materia de inversión pues lo mismo dice un día el mesías tropical y al otro cambia como veleta.
La Confederación Patronal de la República Mexicana advierte que “asfixiar al poder Judicial es un contrasentido que mandaría una pésima señal al mundo y desalentaría la llegada de nuevas inversiones tan necesarias para crear los empleos que los jóvenes demandan”. El caudillo llamó a los empresarios además de neoliberales, explotadores y amenazó con meterlos en cintura, los exprimiría fiscalmente y si era posible los encarcelaría.
De hecho, lo hizo ejemplarmente. Eso retrajo inversiones y los pasivos por elusión siguieron arriba dadas las lagunas de la propia Ley fiscal. La evasión disminuyó, pero se cambió por favores y no se reflejó en números pues de esas devoluciones, cobros, actualizaciones, multas y demás, dispuso el machuchón de Palacio a su arbitrio y no se contabilizaron en la Tesorería de la Federación, es decir en términos reales, se trató de “dinero negro”.
Total, que acogotar más al poder Judicial, traerá consecuencias inmediatas y a mediano plazo, pero como nadie en el gobierno y en ello se incluye, como es evidente a los lacayos de morena en el Congreso, esos resultados los sufriremos todos los mexicanos. Eso es la 4T que actúa en su beneficio sin importar los demás, por eso hoy se endeuda y mañana a ver quién paga.