Norberto Maldonado
Cuántas veces no hemos visto que un deportista fue descalificado luego de haber hecho uso de innovación tecnológica. Los avances tecnológicos han influido en el mundo del deporte y han contribuido en la mejora de tiempos y en batir récords mundiales.
La tecnología ocupa todos y cada uno de los aspectos de la preparación del deportista en cada una de las etapas de entrenamiento, la cual está en constante movimiento y transformación.
Todos hemos oído hablar de atletas a los que han sacado del juego por aplicar trucos en el deporte, pero a menudo la línea entre lo que está bien y lo que no se vuelve borrosa cuando se trata de tecnología.
En las últimas décadas, la tecnología ha cambiado la forma en que los deportistas entrenan y compiten, y eso ha llevado a un montón de preguntas sobre lo que es justo y lo que no en el mundo deportivo.
La tecnología ha mejorado el equipo deportivo de una manera impresionante. Desde zapatillas y trajes, hasta raquetas, bates y palos de golf, los deportistas ahora tienen acceso a materiales más avanzados que les ayudan a mejorar su desempeño.
Además, los deportistas y sus entrenadores pueden hacer uso de la tecnología para recopilar y analizar datos en tiempo real. Esto significa que pueden ajustar sus estrategias y técnicas de manera más efectiva para mejorar su rendimiento.
La realidad virtual y la simulación también han llegado al mundo del deporte. En parte, esto permite que los atletas entrenen en entornos virtuales que se parecen mucho a las condiciones reales de la competencia, lo que les ayuda a prepararse mejor.
Incluso la medicina deportiva se ha beneficiado de la tecnología. Los diagnósticos y tratamientos de lesiones han mejorado, permitiendo una recuperación más rápida.
También, las áreas de competiciones y de muchas de entrenamientos en la actualidad cuentan con el último equipamiento de la tecnología de avanzada, en las que las marcas tienen un papel muy importante.
Sin embargo, la tecnología en el deporte no siempre es miel sobre hojuelas. A veces, el uso de tecnología avanzada, como trajes especiales o equipos, ha generado debates sobre si algunos atletas tienen una ventaja injusta. Esto ha llevado a la necesidad de establecer reglas y regulaciones para asegurar que las competencias sean justas, regulaciones que siempre llegan después de la “trampa”.
Esto ocurre en muchísimos deportes. Un ejemplo famoso que tengo muy presente es el sucedido en el año 2019, en el que se batió por primera vez en la historia del maratón el “muro de las dos horas”. El ganador logró terminar en 1 hora, 59 minutos y 40 segundos. En ese mismo año, una competidora, que uso las mismas zapatillas que el anterior, rompió el récord mundial la categoría femenina. Ambos usaron las versiones a la medida de las zapatillas Nike Alphafly, diseñadas para mejorar la economía de la carrera en un 4,2%. En el caso particular de estas zapatillas, la mejora viene dada porque tienen una placa de fibra de carbono instalada en su suela de espuma gruesa que supuestamente ayuda a impulsar a los corredores hacia adelante. Ambos casos generaron controversia, pues según informó el diario The Times, un grupo de atletas se quejó a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo sobre las zapatillas en cuestión, y el organismo rector del deporte estableció un grupo de trabajo para valorar los problemas.
Otro caso sucedió en natación. En las olimpiadas de Pekín de 2008 el traje Speedo LZR fue diseñado para optimizar la compresión del cuerpo y la hidrodinámica. El traje permitió un mejor flujo de oxígeno a los músculos, sin embargo, también atrapaba aire para agregar flotabilidad. Según la marca, frente al tradicional traje de licra, el suyo reducía hasta un 38% la resistencia al agua lo que permitía aumentar un 4% la velocidad de los nadadores. Esta ventaja llevó al equipo japonés a romper con su patrocinador para no competir en desventaja.
Uno tercer caso que puedo platicar de primera mano se refiere a los palos de golf a medida. En lo personal, me considero más bien novato en este deporte. Pero, debo confesar que mi experiencia ha cambiado desde que decidí visitar una tienda especializada. Allí, me ayudaron a entender mi estilo de juego y me hicieron palos de golf personalizados. Desde entonces, por primera vez, he podido aprovechar al máximo un palo conocido como “drive” y estar muy cerca de tener “hoyos en uno”.
Otro que no puedo dejar de lado es el dopaje en el deporte, el cual también ha evolucionado. Uno muy conocido es el realizado por los ciclistas. Probablemente, el caso más popular es el de Lance Armstrong, quien admitió haber mejorado su rendimiento durante las competiciones mediante diferentes sustancias ilegales. Con evolución en el dopaje me refiero más bien al uso de tecnología de avanzada para mejorar el rendimiento, como el dopaje sanguíneo. Es un caso muy interesante pues se basa en extraer sangre meses antes de la competición, concentrarla para aumentar el número de glóbulos rojos, e inyectarlas antes de competir. Si la transfusión es de tu propia sangre se llama transfusión autóloga, que es difícil de detectar en los controles de doping actuales, ya que la sangre es la misma. De hecho, hay un estudio que demuestra que el doaje sanguíneo aumenta nuestra resistencia al cansancio hasta en un 34% por encima de lo normal.
Un caso más del ciclismo es el uso de motores eléctricos en las bicicletas y ruedas electromagnéticas, ambos como mecanismos muy sofisticados inducción electromagnética que ponen en evidencia la pregunta sobre la “trampa tecnológica”.
Si observamos las diferentes competiciones deportivas, encontramos muchos ejemplos de innovación llevada al límite. El Gran Premio de la Fórmula 1 en España de 2021 es uno más. La FIA terminó por modificar la norma sobre los alerones traseros flexibles conscientes de que, aunque habían pasado los exámenes, éstos mostraron una flexibilidad excesiva que podría a ver dado ventajas aerodinámicas.
En caso de las personas deportistas que requieren de prótesis, un informe de 2007 de la IAAF, sobre las prótesis de piernas hechas con fibra de carbono con mecanismo ES, concluyó que estos materiales le ofrecieron a un competidor una injusta ventaja mecánica sobre los atletas sin discapacidad de más de 30%. El organismo internacional tuvo que modificar la norma.
La gran mayoría de estos ejemplos abren debate sobre los límites de la innovación y la tecnología en el rendimiento de los deportistas y los materiales que utilizan. La ciencia y la tecnología pueden ayudar en el mundo del deporte. Sin embargo, la aparición de nueva tecnología siempre va a dar lugar a la polémica. En el mundo deportivo, hay personas que piensan que los nuevos materiales forman parte del avance deportivo, por lo que no deben ser sancionados. Aun así, es importante considerar las reglas y regulaciones establecidas por las organizaciones deportivas para garantizar la equidad en la competición. Personalmente, considero que hay que analizar cada caso, en cada momento y en cada deporte. Es muy difícil generalizar.
Detrás de cualquier récord mundial está el uso de ciencia y tecnología de avanzada. Los grandes adelantos científicos para el logro de altos resultados científicos han significado una Revolución en el campo de la tecnología. No obstante, aún la tecnología de avanzada no está al alcance de todos y para todos, menos para países en desarrollo.
Si hoy cortáramos los avances tecnológicos hasta el punto de que quieren algunos, hay varios récords en el mundo que no se podrían superar. Por lo mismo, la pregunta sobre si estoy de acuerdo o no con la afirmación de que los avances tecnológicos han permitido que los atletas mejoren sus tiempos y batan récords depende del contexto específico y de la manera en que se utilice la tecnología en el deporte. En muchos casos, la tecnología ha sido una herramienta valiosa para el desarrollo de los atletas, pero es importante mantener un equilibrio entre la innovación tecnológica y la equidad deportiva.
La tecnología ha mejorado el rendimiento de los atletas, pero también ha generado controversias sobre la equidad. Determinar cuándo la innovación cruza la línea hacia la trampa o el dopaje es un desafío constante para el mundo del deporte. Las regulaciones y la ética son fundamentales para encontrar el equilibrio entre la innovación y la integridad en el deporte.