Yo Campesino / Mil usos
• Ganso todólogo: es MP, juez, jefe de pandilla, iluminado, pero no presidente
Miguel A. Rocha Valencia
Fracaso tras derrota, al ganso no le quedan muchas alternativas para ser el centro de la conversación pública, victimizarse y hacer como que trabaja como presidente, pero en realidad está convertido en el jefe de campaña de su proyecto representado por la corcholata favorita quien da conferencias sobre “buen gobierno” cuando la verdad, su administración fue fallida y con asuntos pendientes por aclarar que van de lo financiero a lo administrativo pasando por lo penal. Sólo para cerrar el paréntesis de la corcholata a la que ya le invirtieron varios miles de millones de pesos tan sólo para mantenerle la cola de caballo, las arrugar ocultas y la sonrisa siniestra, mencionaremos un par de datos:
En lo que va de la actual administración se han cometido 131 mil 729 abusos sexuales y la ciudad de México encabeza la lista con 18 mil 988 para junto con Jalisco y Estado de México, concentrar el 39 por ciento de esos delitos.
Durante el mismo lapso, funcionarios públicos cometieron más de 100 mil delitos registrados ante autoridad administrativa y judicial y de ellos 24 mil 670 fueron ejecutados por servidores de la capital del país, seguidos por el Estado de México y Nuevo León donde se concentró el 53 por ciento de los ilícitos.
En ambos casos la impunidad es del 99 por ciento y no por estar en manos de jueces sino de fiscales a modo que o no presentan los asuntos con claridad o van con deficiencias, el tema es que no hay castigos.
Y como muestra está el hecho de que, de los tres millones de averiguaciones previas rezagadas a nivel nacional, 228 mil 874 corresponden a la Ciudad de México donde a la impresentable “carnal” Ernestina Godoy tiene el descaro de intentar su ratificación como fiscal. Incluso a nivel federal el nivel de impunidad en la CDMX es notoria.
Están los casos de Notimex y el “gasto” en salarios que no se pagaron por casi 600 millones de pesos o el sobre costo por más de dos mil 500 millones de pesos por cuatro mil 500 patrullas de la Guardia Nacional con sobre costo superior a 500 mil pesos cada una pues pasaron de 706 mil pesos cada una a millón 275 mil.
El tema no lo resuelven ni la secretaría de la Función Pública y menos la FGR. Pero al margen del paréntesis, el tlatoani mil usos hace una semana el caudillo de Tepetitán se asumió como fiscal o agente del MP para tomar en sus manos las investigaciones del caso de Ayotzinapa y con ello proteger, como debe ser, cualquier sombra de sospecha sobre los militares como no lo hizo el subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez quien ya se volvió una pieza cuestionada por los mandos castrenses.
Luego se volvió juez para condenar a los integrantes del poder Judicial a quienes lo menos que les dijo fue que eran corruptos, vividores y manipuladores. Al mismo tiempo ejerció su función legislativa para ordenar que les quiten 13 fideicomisos por más de 15 mil millones de pesos y luego les rasuren otros mil millones de pesos del presupuesto.
La orden fue directa a sus lacayos de San Lázaro que encabeza el poblano Mier quien con la ejecución “sin cambiar una coma” del mandato, hizo que la mayoría la aprobara. Pero el mesías les recalcó que cuidaran los procedimientos legislativos para evitar la controversia constitucional que ya fraguaban ministros con la fracción del PAN que encabeza Santiago Creel.
Soltó otra retahíla de epítetos contra los magistrados que encabeza Norma Piña y hasta amenazó con exhibir a uno de ellos que se mandó a hacer cirugía junto con su mujer con el dinero de los fideicomisos.
Sería bueno que dijera también quién paga los arreglos de su corcholata que hasta el modo de andar le cambiaron. Eso es muy caro. O si él mismo paga la atención médica que recibe y hasta lo que “se mete” para aparecer en las mañaneras. O sea le ofende que el poder Judicial, autónomo y uno de los tres que integran la República defienda los principios legales que le dan autonomía de gestión, de presupuesto y hasta que los trabajadores del mismo integren un fideicomiso para darse mejores prestaciones.
Y en un gesto que va más allá de lo autoritario, llama a los trabajadores del PJF a no dejarse influenciar o dirigir por una cúpula rapaz y manipuladora, cuando lo que en realidad hacen los más de 40 mil empleados es defender derechos laborales, como lo harían los privilegiados de Pemex o de la CFE quienes gravitan en serio en el presupuesto con empresas realmente improductivas y graves pérdidas.
Así, el mesías tropical todólogo o mil usos, se asume como semidios, dueño de vidas y haciendas, de la verdad absoluta, de jefe de pandilla, pero no de un presidente respetuoso de la Ley y la separación de poderes que como pidió este domingo la Iglesia Católica, promueva la convivencia, tolerancia, la paz y destierre la cultura de la muerte. Ya pasamos los 168 mil asesinatos.