* El auténtico, el verdadero destierro interno, es estar sin existir, vivir sin ser visto. ¿Recuerdan la película El bulto? Así es como transitan por este mundo todos esos hombres, mujeres, niños, que carecen de la capacidad de reflexión porque son incapaces de leer
Gregorio Ortega Molina
La peor vertiente de la migración y sus consecuencias, es la interna y, más grave aún, la del desterrado dentro de su ámbito social, su trabajo, su casa. Existe, pero nadie lo ve.
Me refiero a los reos de su ignorancia, a las víctimas de unas políticas públicas insensibles, a esos millones de mexicanos que a duras penas se defienden en la refriega cotidiana, porque son duchos para sumar, pero difícilmente escriben y no saben leer. Millones de analfabetas funcionales, con un celular en la mano, que únicamente usan como teléfono.
Están en los tianguis, los mercados, la central de abastos, las terminales aéreas y de autobuses, las oficinas de gobierno donde son encargados de la limpieza; los hospitales públicos y privados, el transporte de carga, los trenes… nos sirven, nos atienden, pero no los vemos, sólo existen ese fugaz instante en que agradecemos sus servicios y los compensamos con una sonrisa o una propina.
La brecha entre ellos y los que comprenden cabalmente sus lecturas y sustituyen la televisión y los videojuegos por los libros, se ensanchó durante esta confrontación continúa que ya dura un lustro, y todavía se profundizará más con la necesidad de servirse de esa Inteligencia Artificial que modificará la civilización de Occidente. Estamos en el inicio de una amplia y desconcertante reingeniería social. Por el momento, nadie puede decirnos a dónde conduce ni sus verdaderas consecuencias.
¿Están los administradores públicos preparados para ello? ¿Tienen la más remota idea del destino, casi inmediato, de los analfabetas funcionales? ¿Crecerá la economía? ¿Se beneficiará al narco consumo? Hay muchos mexicanos, más de los que suponemos, que no saben que existe el Internet, la comunicación en tiempo real, la consulta de datos. No sabrían consultarla para copiar y pegar y presentar sus tesis de licenciatura. Son las víctimas idóneas de los programas sociales y el voto cautivo.
El auténtico, el verdadero destierro interno, es estar sin existir, vivir sin ser visto. ¿Recuerdan la película El bulto? Así es como transitan por este mundo todos esos hombres, mujeres, niños, que carecen de la capacidad de reflexión porque son incapaces de leer.
¿Puede evitarse el desastre? Millones de esos mexicanos se mostrarán reacios a cambiar, a aprender -además no habrá docentes dispuestos a reeducarlos, lo que es un hecho, pues cuántas escuelas públicas carecen de lo mínimo-, a tener otras aspiraciones ajenas a las de la violencia en que creen fincado su futuro, porque hoy la viven.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio