RODOLFO VILLARREAL RÍOS
Todo inició un 19 de septiembre, vaya fecha, de hace dos décadas. Nada sabíamos sobre el futuro, excepto que la etapa al servicio del Estado Mexicano había llegado a su fin. Teníamos casi tres años en tiempo extra, simplemente por un compromiso de amistad, pero al momento en que el destinatario de este se iba, aquello concluía sin que mediara “centaveo” alguno para marchar.
Desconocíamos que nos deparaba el futuro, pero decidimos parafrasear aquellas palabras de uno de los tres mejores gobernadores que ha tenido Coahuila, don Oscar Flores Tapia, “en la vida [él decía en la política] siempre sucede lo mejor”. Y de ahí partimos.
Por lo pronto, era necesario tratar de ordenar el diario acontecer bajo circunstancias distintas a las que enfrentamos, anteriormente, durante poco más de dos décadas. Decidimos que intentaríamos retornar al ejercicio intelectual que ya habíamos practicado con antelación durante la segunda mitad de la década de los 1980s, exponer en forma impresa nuestros puntos de vista.
Recordando que, además de haber publicado nuestros escritos en El Nacional y en la Revista Tiempo, en el Suplemento de Política Económica, lo habíamos hecho en Zócalo de Piedras Negras, Coahuila, establecimos comunicación con don Francisco Juaristi Septién. Por la vía electrónica le expusimos nuestra petición para colaborar en ese diario. Se nos indicó que enviáramos una propuesta de lo que pensábamos podría publicarse. A los pocos días, vía su secretaria, Estela Flores, se nos comunicó la aceptación.
Estamos conscientes de que en ello influyó la amistad de don Francisco con nuestro padre, don Rafael. A la vez, se nos indicaba que en el futuro tratáramos directamente con el contador Francisco Juaristi Santos. Así, el sábado 8 de noviembre de 2003, iniciábamos la segunda etapa en nuestra incursión como opinadores con el artículo “Dos grupos en lucha por la nación”, el cual se publicó en la página 4A. Iniciábamos un viaje que nos depararía muchas sorpresas.
Entre ellas iba incluido el autoexilio. En México, el futuro era cero y la opción única era reinventarse. Vaya que el inicio no fue fácil, y aquello lucía tan claro como una noche sin luna. Mientras que, semana a semana, continuábamos con nuestras colaboraciones opinativas que nos mantenían ocupados intelectualmente, decidimos dar el paso siguiente y regresar a lo que sería nuestra tercera etapa estudiantil. Sin faltar los que comentaran que éramos muy “viejos’ para intentarlo, hicimos la solicitud y fuimos aceptados para cursar el doctorado en historia, pasando por la maestría, y en ese contexto se fue planteando una perspectiva distinta, la cual se empezó a reflejarse en el contenido de nuestros escritos.
Era el resultado del acceso a conocimiento nuevo y el análisis enfocado con una perspectiva más objetiva. En esto mucho tuvieron que ver nuestros profesores en especial Linda S. Frey y Michael S. Mayer. En medio de clases, lecturas y elaboración de escritos con fines académicos, siempre hubo un espacio para elaborar la colaboración semanal.
Así, otro viernes 19 de septiembre, cinco años más tarde, una vez recorrida la mitad del doctorado, estábamos defendiendo nuestra tesis de maestría. Al solventar el asunto, procedimos a elaborar nuestro escrito 225, titulado “¿Qué festejan los albicelestes?” Un año y ocho meses después, el sábado 15 de mayo, al recibir el grado de doctor en historia, nuestro artículo, el 309, lo titulamos “A mis maestros” en el cual agradecíamos, mencionándolos por su nombre a quienes nos ayudaron a formarnos en la vida, el deporte y en las aulas desde el jardín de niños hasta el doctorado. Muchas cosas habrían de venir, afortunadamente la mayoría de ellas gratas.
Desde aquel 2003 hasta la fecha, gracias a nuestros escritos reestablecimos contacto con amigos del ayer a quienes les habíamos perdido la pista, algunos han conocido nuestra perspectiva ideológica y hemos conocido otras personas, algunas nunca las hemos visto físicamente. Asimismo, los escritos nos han permitido acceder a otros escenarios de publicación y presentación.
En 2010, volvimos a establecer contacto con don Francisco Juaristi Septién para solicitarle incorporar nuestros escritos en Zócalo-Saltillo. Su respuesta fue positiva y así, entre marzo de 2010 y marzo de 2012, se publicaron ahí hasta que, sin saber por qué, dejaron de aparecer.
Al aparecer nuestros escritos en El Nuevo Día, editado en Nogales, Sonora, dirigido por Jaime Juaristi Santos, fue factible reencontrar a amigos como el siempre recordado, Ramon Alberto Luque Gastelum y Luis Alonso Galaz Tapia quien, en 1980, en la cantina el Ku-Ku ubicada en Insurgentes y Coahuila en la CDMX, nos pronosticara el futuro como historiadores. En una visita a Hermosillo, nos enteramos de que una persona, don Luis Manuel Bojórquez, guardaba semana a semana los escritos que publicábamos.
Allá por abril de 2013, de pronto nos encontramos con que uno de nuestros artículos, el número 457, “La educación y la libertad”, aparecía en el portal www.eldiariodetaxco.com. Escribimos un mensaje al responsable de este, un periodista guerrerense, don José Arroyo Reyes, solicitándole aclaraciones. Don José nos dio una respuesta plena de franqueza que nos pareció muy grata y a partir de ahí, hasta 2016, y posteriormente en www.guerrerohabla.com, hasta inicios de 2022 cuando él fallece, establecimos un dialogo abierto no exento de diferencias que nunca dejamos de subsanar pues nos decíamos las cosas tal cual, en un marco de respeto, que no dejaba pie para resabios.
De pronto, encontramos que en páginas electrónicas varias se reproducen nuestros escritos de manera esporádica, una de ellas es www.sintesistehuacan.com, un portal administrado por el periodista Rogelio Martínez Huerta.
Hacia finales de mayo de 2014, acabábamos de escribir un artículo titulado “Olvidos al proyectar el crecimiento”, cuando un periodista, don Francisco Rodríguez García publicó uno con el cual no coincidíamos en su perspectiva, se lo hicimos saber y nos respondió con toda amabilidad. A partir de ahí, iniciamos un intercambio de comunicados en los cuales debemos de reconocer que cuando le hemos expresado un punto de vista diverso al suyo, nos da respuesta con toda corrección y objetividad. Posteriormente, nos invitó a ser parte del portal www.indicepoliticom, inicialmente declinamos la invitación, pero desde hace cuatro meses semana a semana ahí estamos con nuestros escritos.
Durante los primeros días de marzo de 2014, recibimos un mensaje de un lector, don César Jiménez Ortiz acerca de un escrito “Los Dos Adolfos” que publicáramos cuatro años antes. A partir de ese momento iniciamos un intercambio de mensajes hasta que nos invito a dar una charla al ICADEP del PRI en el estado de Hidalgo, presidido por él. La anécdota fue que la charla duró alrededor de tres horas, al grado de que don César nos comentó, entre risas, que parecía discurso de Fidel Castro. Lo que más nos sorprendió fue que los jóvenes permanecieron en sus asientos escuchándonos y al final hasta fila hicieron para tomarse una foto con nosotros.
Cuando en el verano de 2017 escribimos acerca del 150 aniversario del triunfo de la Republica y comentábamos la atención escasa presentada al hecho, recibimos un correo del doctor Veremundo Carrillo Reveles quien a nombre de la directora general del INEHRM, doctora Patricia Galeana Herrera, nos solicitaba nuestro domicilio para hacernos llegar un ejemplar de obsequio sobre el tema. Nuestra respuesta fue que, en lugar de libro, preferiríamos tener una entrevista con la doctora Galena. En esa forma, fue que tras de darse tuvimos el privilegio de que el INHERM nos publicara dos libros “El Senado estadunidense enjuicia a México y al presidente Carranza” y “Las Conferencias de Bucareli. Un acuerdo pragmático de la diplomacia mexicana”. Derivado de todo ello, la doctora Rosa Isabel Gaytán Guzmán nos invitó, en un par de ocasiones, a dar una charla a los alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
En medio de todo esto, fue factible en 2005 y en 2010, presentar los dos volúmenes escritos por nuestro padre don Rafael Villarreal Martínez, “Piedras Negras, Destino y Origen. 80 años, una narración para mis nietos” y Piedras Negras, Destino y Origen. Personajes Sitios y Recuerdos”, ambos los hemos abordado en ocasiones varias en este espacio. Dado que La Cofradía se siente dueña de la narrativa nigropetrense y Don Rafael no les pidió permiso (¡!) para abordarla, es fecha de que no se lo perdonan. Si alguien lo duda, revise las caras que los miembros de ella tenían cuando, en enero de 2014, el presidente municipal, Fernando Purón Johnston le reconoció su aportación. En el pueblo, por ser orgullosamente herederos de don Rafael, en cualquier sitio se nos tiene vetados, excepción hecha de Zócalo y la Universidad Autónoma de Piedras Negras.
A lo largo de estos mil escritos, obviamente que no siempre quien se asoma a ellos coincide con nuestra perspectiva. En la mayoría abrumadora de quienes nos han hecho llegar su opinión, difiriendo de la nuestra, lo han realizado en un marco de respeto y en forma similar les hemos respondió. Solamente en un caso tuvimos que cancelar cualquier intercambio, cuando a una ciudadana panista a quien se le “secaron las meninges” y no tuvo más argumento que recurrir a las palabras soeces. En el colmo de la sinvergüenzada, un día encontramos que, en un portal electrónico originado en Oaxaca, un fulano, abogado de profesión, copiaba textualmente nuestros escritos y los firmaba bajo su nombre. Inmediatamente, nos comunicamos con el responsable de la página y le solicitamos que dejara de cometer ese fraude o procederíamos en consecuencia, atendió el llamado.
Al arribar a este escrito numero mil, nos permitimos agradecer el apoyo que nos han otorgado a lo largo del tiempo. En Zócalo Coahuila, don Francisco Juaristi Septién, Francisco Juaristi Santos, José David Juaristi Santos, Francisco Liñán Delgadillo, Abdel Robles Luis Eduardo Mendoza, Estela Flores, Marcela Naciff Oceguera, Francisco Covarrubias, Josué Pérez, Fernando González y Marco Antonio Reyes Lucio, así como a quienes hacen posible la versión impresa y digital; en el Nuevo Día de Nogales, Sonora, Jaime Juaristi Santos; En Guerrero Habla, don José Arroyo Reyes; en Síntesis, Tehuacán, Rogelio Martínez Huerta, y en Índice Político, don Francisco Rodríguez García.
En cada uno de estos escritos hemos tratado de que la objetividad prevalezca, aún cuando estamos ciertos de que, en ocasiones, aparezcan nuestras filias y fobias, como a todo ser humano le acontece.
Por último, queremos agradecerle a usted, lector amable, que ha tenido a bien seguir nuestros escritos semana a semana, de no contar con su visita puntual de nada valdría llenar planas y planas. Puede estar o no de acuerdo con nuestra perspectiva, sería irracional de nuestra parte creernos poseedores de la verdad eterna. De lo que si estamos plenamente ciertos es de que, en cada uno de estos artículos, nada de lo que se ha escrito carece de fundamento. En ningun momento, nos hemos alejado de operar bajo el principio de que todo lo plasmado esté sustentado con respaldo documental que nos permite sostener cada palabra con veracidad. Mientras nos sea permitido, haya algún espacio en donde podamos plasmar nuestro punto de vista y alguien dispuesto a tomar un poco de su tiempo para leernos, continuaremos con este ejercicio semanal. Por permitirnos llegar al número MIL, MUCHAS GRACIAS A TODOS.
vimarisch53@hotmail.com