La presencia de Nicolás Maduro, Gustavo Petro, Miguel Díaz Canel, además del anfitrión, Andrés Manuel López Obrador, que son de mucha labia, garantiza que la Cumbre de Palenque, donde los mandatarios de once países latinoamericanos analizarán este domingo la crisis migratoria, logre por lo menos, ser un interesante evento para los amantes de la oratoria.
Aquí no se repetirá el famoso “por qué no te callas” que expresó el rey Juan Carlos al entonces presidente Venezuela, Hugo Chávez, en la cumbre Iberoamericana de 2007 y tampoco la descortés frase de Vicente Fox: “Comes y te vas” , dicha a Fidel Castro, en marzo de 2002, previo a una conferencia internacional sobre desarrollo en Monterrey.
Hasta 1960, Fidel ante la asamblea de la ONU había impuesto un récord con un discurso de 269 minutos, que él mismo se encargó de superar ante la Asamblea Nacional de Cuba en 1988, donde habló durante siete horas y 45 minutos.
Ahora en Palenque, los observadores del Güines podrían estar atentos al desempeño de los herederos y nuevos valores de la retórica. El anfitrión es el mexicano López Obrador, que ha establecido la novedosa modalidad de las conferencias mañaneras y también habrá oportunidad de escuchar a Petro, cuyo discurso político ha polarizado a los colombianos y por supuesto, el mensaje “bolivariano” de Maduro y, aunque las segundas partes no siempre son buenas, se presentará el heredero de Fidel, el camarada Díaz Canel.
En pocas palabras, como decimos en México: “va a estar buena la grilla”.
Sin embargo, la Cumbre de Palenque se realiza en un momento en que están llegando entre 3 mil y 6 mil migrantes diariamente a la frontera sur de México, generando una presión significativa en los albergues de varias ciudades del país, lo que ha llevado al desborde de su capacidad.
Una crisis migratoria que ha generado que el gobierno mexicano, a semejanza de los estadounidenses, haya reanudado el pasado fin de semana la devolución por vía aérea de migrantes a Cuba, suspendida en marzo.
El objetivo es lograr una propuesta común de la región sobre migración que López Obrador presentará al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la reunión que sostendrán en San Francisco, California, del 14 al 16 de noviembre, en el marco del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico.
La Cumbre de Palenque no sólo es una réplica a la Cumbre de las Américas, donde fueron excluidos los mandatarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela; también hace evidente el fracaso de la Organización de los Estados Americanos (OEA), creada en la época de la guerra fría, en 1948, que falló en su propósito de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de América.
La OEA, por el contrario, se convirtió en un Club de Amigos de Estados Unidos. Y como sucede en todos los sitios que presumen de “exclusivos” ha degenerado en discriminación. En 1962 se excluyó de este organismo al gobierno de Cuba y aunque el veto fue levantado en 2009, los cubanos rechazaron esta reincorporación.
En 2019, por la crisis política en Venezuela, se creó un gobierno paralelo al de Maduro, encabezado por Juan Guaidó. Parte de la comunidad internacional conservó el reconocimiento de Maduro, pero Estados Unidos y otros países, reconocieron a Guaidó. El 9 de abril de ese año, la OEA le otorgó el asiento al representante de Guaidó y el 27 de abril, obviamente, Maduro formalizó la salida de Venezuela de la OEA.
Los convocados a la Cumbre de Palenque son los mandatarios de Colombia, Guatemala, Ecuador, El Salvador, Honduras, Belice, Haití, Cuba, Costa Rica, Panama, Nicaragua y Venezuela, “porque son los países que tienen más injerencia en todo lo relacionado con la migración”, señaló López Obrador.
Sin menospreciar los resultados que se alcancen para enfrentar la crisis migratoria, que sin duda serán importantes, la Cumbre de Palenque, por las características de los ponentes, es una magnifica oportunidad para que sea una catedra del arte de la elocuencia y asistan las corcholatas morenistas y también los opositores, porque, es triste decirlo, pero la verdad es casi todos los integrantes de la actual generación de políticos, parecen pericos que repiten lo que mal aprenden. RDM