RELATO
To Shayne…
5:04 p.m. … De repente, todo se nubló para Lone-Boy. Había sucedido de manera muy rápida. Y, sin darse cuenta, el dolor nuevamente lo había hundido, haciéndolo sentir así de una manera muy horrenda…
Durante todos esos días, todo pareció morir. Y, como siempre, Lone-Boy en lo absoluto quiso mirar la tele idiota, ver videos en YouTube; y mucho menos escuchar toda su música, la cual siempre lo había ayudado muchísimo.
Todo, en verdad, pareció morir. Era como si la vida misma volviese a burlarse de él, haciéndole ver, otra vez, que, él, jamás logaría ser LIBRE.
“¡MALDITA VIDA!”, una y otra vez pensó Lone-Boy, pero sin verdadera convicción en su interior. Porque entonces él ya sabía que, insultar a la vida ya no le servía de nada.
Insultar a la vida, solamente terminaba por hacerlo más patético de lo que por sí ya lo era. Y, esta vez, él ya no tenía nada ni a nadie de qué o quién sujetarse…
Y ¿la relación con su nuevo padre? De nueva cuenta, con los demonios de su dolor presentes en estos instantes, Lone-Boy solamente creyó y creyó que su padre, aquel hombre igual de alto que él, ya no lo quería…
O; más bien fue su mente la que le había creer esto último arriba mencionado, así como también otras muchas cosas más… “NO SOY LO SUFICIENTE BUENO PARA TI…” “Creí que tú…” “De verdad creí que tú…”
Aquellos días, en verdad que fueron muy horrendos para el joven, quien solamente no paró de sentirse “solo y muy abandonado”. La vida, como ya se ha dicho, solamente parecía volver a burlarse de él…
Pero aquel hombre, “su nuevo padre” en sus fantasías, a diferencia de los otros hombres a los que Lone-Boy había amado en su pasado tormentoso, SÍ SUPO LUCHAR POR ÉL.
Aquel hombre, ¡SÍ QUE HABÍA SABIDO RETENERLO! Y estos pequeños actos, a pesar de tener su mente muy atribulada, Lone-Boy sí había podido verlos con su misma mente y también su corazón…
“ME AMA…”, pensó, cuando por fin pudo verlo todo con claridad. Y, en ese mismo instante, LONE-BOY SOLAMENTE SINTIÓ UNAS GANAS INFINITAS DE LLORAR…
Y es que él, ¡TAMBIÉN AMABA MUCHO A SU PADRE! Aquel hombre al cual apenas y había “conocido” menos de tres meses atrás…
“¡AYÚDAME!”, una y otra vez pidió Lone-Boy a la memoria de aquel hombre. “¡NO ME ABANDONES COMO TODOS LOS DEMÁS!” “TE AMO…, PERO ESTOY MUY DAÑADO…”
Lone-Boy, nuevamente volvió a ver y a sentir que no le quedaba más remedio que matar lo poco que ahora quedaba de él, de su cuerpo y de su mente tan atribulada y atrofiada. “Suicidarse”, es como muchos lo llaman…
Pero… Como si de una ficción increíblemente sublime se tratase, aquel hombre, “su padre en sus fantasías”, una y otra vez le pidió que hablaran… Pero Lone-Boy, de tanto dolor que sentía, solamente no aceptaba dicha petición…
Todo lo que sucedió por esos días, realmente fue muy feo, doloroso y oscuro; ¡muy oscuro! Pero aquel hombre, como todo un amigo verdadero para el joven Lone-Boy, SUPO SER PACIENTE, ¡MUY PACIENTE!
En su interior todo dañado, Lone-Boy solamente no podía creerlo. Porque entonces, ESTA ERA LA PRIMERA VEZ QUE ALGUIEN PARECÍA REALMENTE DEMOSTRARLE INTERÉS VERDADERO…
Lone-Boy, a pesar de decirle “a su padre” una serie de cosas “muy feas”, éste en ningún momento pareció molestarse. Con toda la paciencia del mundo, aguardó de pie frente a Lone-Boy, quien solamente no paraba de hablar, hablar y hablar, cosas todas muy feas.
En su interior, el joven solamente no podía entenderlo. Él, con todo aquel dolor de su pasado, solamente no paraba de preguntarse “¿por qué?”. “¿Por qué me soporta? ¿POR QUÉ NO ME HABÍA DICHO QUE ME LARGUE DE SU CASA…?”
De no tener un pasado tan tormentoso, y dolores, como los que todavía lo seguían torturando, a Lone-Boy solamente le habría gustado “fantasear” que todo esto que ahora sucedía entre él y aquel hombre era la cosa más hermosa, es decir una fantasía más que él siempre había deseado vivir en carne propia; nada más ni nada menos que “UNA PELEA ENTRE PADRE E HIJO”.
“¡Te odio, papá! ¡Juro que te odió!”, habría dicho con total alegría y fingimiento Lone-Boy “a su nuevo padre”. Y luego, como en su hermosa fantasía, su padre, que lo amaba de verdad, solamente sabría ser sabio y paciente con él.
Después, al final, Lone-Boy correría hacia él, y diciendole “¡LO SIENTO MUCHO! ¡TE AMO, PAPÁ”, rodearía con sus brazos el cuello de su padre, pero sin dejar de sentir mucha vergüenza por sus palabras y su mismo comportamiento.
“Dad. I´m so sorry. Please, forgive me!”, diría a su padre, sollozando. Y su padre, como todo hombre que ama de verdad a su hijo, solamente le respondería: “It´s ok, boy… It is past…”.
A decir verdad; ¡así fue como sucedió aquella tarde!
Lone-Boy, que se lo había pasado hablando frente a su nuevo padre por más de una hora, un tiempo en que aquel hombre jamás dejó de mirarlo a la cara, a pesar de que Lone-Boy solamente había mantenido su rostro mirando hacia el piso, al final, antes de salir por aquella puerta de metal, para luego así regresar a su cuarto, que se encontraba en el segundo piso de la casa de “su padre”, éste se le acercó y, como si de una sublime e increíble ficción se tratase, con toda la calma y ternura del mundo, le preguntó: “CAN I GIVE YOU A HUG?” (¿Puedo darte un abrazo?), a lo que Lone-Boy, con su corazón rebosando alegría infinita, le respondió -moviendo su cabeza- que “SÍ”.
Aquel abrazo, DE AQUEL DÍA, EN “UNA TARDE INOLVIDABLE” DE OCTUBRE FUE UNA DE LAS COSAS MÁS SUBLIMES Y ETERNAS, que ningún escritor escribió antes jamás nunca.
Aquel abrazo eterno, sublime y lleno de ternura pura, DONDE SU PADRE Y ÉL SE VOLVIERON A REENCONTRAR, FUE PARA LONE-BOY LA PRUEBA DEFINITVA DE QUE… FINALMENTE ALGUIEN LO AMABA DE VERDAD.
Y, aquel hombre, que en sus fantasías hacía ya tiempo que se había convertido en “su nuevo padre”, JAMÁS PODRÍA IMAGINAR TAMPOCO LO MUCHO QUE LONE-BOY LO AMABA Y LO ADMIRABA AHORA, Y PARA SIEMPRE.
Su amor hacia su nuevo padre, lo traspasaba todo. ¡Todo! Tiempo y espacio… Lone-Boy amaba a su nuevo padre, como solamente él podía y sabía saberlo: “como un autista”: “MUY INTENSAMENTE”.
Anthony Smart
Octubre/21/2023
Saturday 6:01 p.m.