Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; si bien es cierto que el tema de los fideicomisos del Poder Judicial de la Federación es una suerte de venganza en contra de los ministros de la Corte, también lo es un ensayo para en otro momento echar el guante sobre los fondos de ahorro de los trabajadores y es que la cobija presupuestal no da para más, de manera que para seguir financiando las obsesiones y sueños de opio de López, se tiene que allegar o disponer de los recursos que sean y en un primer paso, disponer de los recursos de los fideicomisos del PJF y de sus trabajadores, suponiendo que estos, se quedarán callados, responsabilizando a los ministros, de su desgracia.
Por ser los receptores de los abusos y prebendas. Es decir, los privilegiados. Que López acusado.
De manera que como un primer ejercicio de apropiación de recursos y sin mayor reacción, le permitiría a López continuar la campaña descalificatoria ya no nada más en contra de la corte, sino más allá, el que creo es el verdadero objetivo como son los fondos para el retiro y por tanto en contra de las empresas administradoras de las Afores, para denunciarlas como depredadoras de los dineros de los trabajadores con motivo de las “ exageradas” comisiones que cobran y que sirven para mantener los privilegios de los ejecutivos y accionistas; perjudicando, según él, a los ahorradores es decir los trabajadores y que en todo caso esos recursos debieran ser manejados por el gobierno, en beneficio del pueblo.
Y es que López siempre les ha echado el ojo a los suculentos ahorros en las Afores y como no, ya que en poco más de 72 millones de cuentas individuales registradas en alguna de las diez empresas que las administran, cuentan con la nada despreciable cifra de más de 5 billones 107 mil millones de pesos, es decir más de dos tantos y medio del techo de endeudamiento que pretende López en el presupuesto para el año 2024. Que es de casi 2 billones de millones de pesos.
Así entonces no deja de ser un apetitoso y suculento platillo destinado al despilfarro que López no deja de oler y saborear y más cuando ya ha señalado que las Afores son solo un negocio seguro para los financieros, pero no así para los trabajadores. Por lo que se buscará – dijo en su monólogo – una reforma de ley que corrija las desviaciones.
Y ya sabemos que cuando habla de reforma, no es otra cosa que agandallar los recursos, como ya lo hizo con 109 fideicomisos que entre otras cosas eran para fomento de la investigación o enfermedades catastróficas y que igual terminaron en la licuadora presupuestal.
Financiando las locas y oníricas obras como el Tren Maya, Dos Bocas y la central avionera de Santa Lucía y para pagar la estupidez del cancelado NAICM en Texcoco y por supuesto todas las prebendas electoreras con las que busca retener la presidencia para su marioneta.
Y que ahora quiere robarse quince mil millones de pesos de los trabajadores que no es nada comparado con lo que guardan las Afores.
Y todo con el mismo manido discurso de la austeridad, la corrupción y los privilegios de unos cuantos en perjuicio de los más y que en pocas palabras es: de que se lo roben otros me lo robó yo. Con el apoyo de la claque servil de esa cosa llamada morena en el legislativo.
“Política pública” que le reditúa sendas ventajas de abuso y demagogia.
Sin embargo en el guion no estaba contemplado que los trabajadores del PJF le salieran respondones y que salieran a desmentir y reclamar sus derechos, pues los recursos de los fideicomisos de dicho poder, lo que menos protegen son privilegios y si por el contrario lo que hacen, es avalar los derechos adquiridos en las condiciones generales de trabajo de casi 50 mil trabajadores, que con su cancelación verán mermados y conculcados los beneficios y logros ya ganados.
Así entonces el que los trabajadores hayan ganado la calle, es evidente que no estaba en el script de López. Y más cuando la izquierda pútrida mexicana se cree dueña de ella, aun cuando ya se demostró que no es así, con las dos excepcionales y multitudinarias manifestaciones en defensa del INE y de la Corte en meses pasados y que achacan a los conservadores, como si estos no fueran pueblo.
Sin embargo, hoy son los trabajadores los que están en pie de lucha y al parecer no están dispuestos a perder lo que con tanto esfuerzo han logrado y con ello también le dicen a López que con sus beneficios no se meta. Lo que de antemano echará por tierra cualquier agandalle futuro sobre las Afores.
¿Te imaginas a miles o tal vez millones de trabajadores en las calles defendiendo su patrimonio? Toda una locura. De manera que lo visto en Francia con motivo de los ajustes en la edad pensionaria en meses pasados, sería cosa de niños comparado con lo que sucediera aquí.
Así entonces si de algo sirve el movimiento de los trabajadores del Poder Judicial Federal es para poner el acento en la íes y para dejarle muy en claro a López, que sus argumentos demagógicos y rateriles a los trabajadores les importa una pura y dos con sal.
Entre paréntesis: hay quien de forma acomedida y perfectamente ignorante o de mala fe ya señala que una vez que la oposición presente las controversias constitucionales en contra de la desaparición de los 13 fideicomisos reformando la Ley Reglamentaria del Poder Judicial, la Corte estará en conflicto de intereses.
Nada más absurdo porque precisamente es nuestro tribunal supremo el único con facultades constitucionales para dirimir las controversias que se planteen y que tengan que ver con conflictos de constitucionalidad y siendo como lo es la revocación o cancelación de facultades que la ley reglamentaria le permite al Poder Judicial Federal para administrar y ejecutar diversos fideicomisos, la intromisión del Poder Legislativo restringiendo dicha facultad, invade de forma catastrófica lo que la Ley de Leyes establece como lo es nuestra Carta Magna, dejando entonces en manos de la única instancia capaz de dilucidar si la invasión es válida o no, es decir los ministros de la Suprema Corte de la Nación.
Independientemente que el contenido de dichas reformas y afectaciones tengan que ver con el Poder Judicial Federal.
Lo demás no deja de ser propaganda negra para seguir descalificando al poder judicial y sus trabajadores.
Y para quien piensa que el PJF será la piñata el 2024, les recuerdo que 50 mil empleados no son poca cosa y que además también votan y que además tiene familia, amigos y parientes que, sumados a los millones de inconformes con este desgobierno, serán sin lugar a dudas fiel de la balanza.
P.D. López con los trabajadores se ha topado.
No son los ricos, ni los influyentes. Son los empleados. Los obreros del derecho y de la institucionalidad.
Error brutal por venganza, avaricia, abuso y corrupción. Si el peor de los pecados de López. La corrupción rampante que lo rodea. De todo tipo. La que roba para enriquecerse y la que es producto de la envidia y la ignorancia.
López cada vez más cerca de su fin.
2 de junio 2024. No se olvida. Verás que si estimado amigo. No se olvidará.
No lo crees así querido amigo.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político