Eduardo Sadot
El pasado sábado 28 de octubre se adelantó un festejo del 30 de octubre en la hermosa región lagunar de Bacalar Quintana Roo, la famosa laguna de los siete colores, ese día hubo una reunión de amigos – no más de cincuenta – que celebraron los ochenta años de vida de Miguel Borge Martín.
Pero quién ha sido, porque sigue siendo, Don Miguel Borge Martín, es un gran mexicano y quintanarroense nacido en la isla de Cozumel, que estudiara en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) que también realizara estudios de maestría en la universidad de Brown, en Rhode Island, además realizó estudios de Doctorado en la Universidad de Paris.
Miguel Borge a pesar de haber ocupado cargos de alta responsabilidad y que tuvo a su cargo manejo de enormes recursos fue y ha sido siempre un hombre honesto, fue asesor del Gobernador David Gustavo Gutiérrez, director de vivienda durante el gobierno de Martínez Ross, Secretario de Desarrollo económico con Pedro Joaquín Coldwell y después gobernador de 1987 a 1993.
Durante su gobierno se fundó la Universidad quintanarroense, y el museo en Chetumal, un gobernador culto y visionario contagiado también de la sensibilidad cultural de Rosalía su esposa.
Miguel Borge dejó el gobierno en condiciones favorables para continuar con su crecimiento, no obstante que tuvo la mala suerte de sufrir grandes incendios de bosques, condición que es ajena a los gobernantes, ello provocó ataques de eso sí, periodistas mercenarios de la pluma que medraron con la pena ecológica de Quintana Roo.
Don Miguel es un hombre de vida honesta austera y reservada, sigue la regla de muchos gobernantes priístas que asumen en silencio la consigna de que el que es “ex” es “ex” y nada más.
Miguel Borge es un mexicano brillante, que siempre se da tiempo para conversar para compartir sus ideas – que siguen siendo muchas – en ellas se percibe su amor por México, su preocupación y ocupación por aportar ideas que beneficien a su tierra y a su patria, es de esos talentos y personajes de la vida política nacional cuyas aportaciones no se pueden desdeñar. A sus ochenta años sigue trabajando, en su negocio familiar y sigue pensando y reflexionando sobre temas políticos, económicos y culturales.
Miguel Borge es de esos pocos gobernadores mexicanos que puede transitar libremente por todo México orgulloso de su vida de trabajo.
Ahora pocos quintanarroenses lo recuerdan, de las nuevas generaciones solo los que tienen la curiosidad de conocer la historia de esa región de México, cuyas tierras son bañadas por el mar Caribe.
Alguna vez lo entrevisté y le pregunté entonces qué hacía y me contestó, que llevar una vida familiar, cuando iba de compras con su esposa le gustaba empujar el carrito en las tiendas de autoservicio, no es un expolítico de difícil acceso para charlar y abrevar en su sapiencia, como buen exprofesor.
Llegó al cargo de gobernador sin duda por las tareas que realizó desde el senado en su participación durante la gestión del presidente Miguel de la Madrid, para promover el ingreso de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio el GATT preámbulo de la creación del Tratado de Libre Comercio TLC de américa del norte, coincidió con esa visión de futuro y globalización que muchos no visualizamos en su momento y hasta la criticamos. Seguramente pronto habrá de reconocerse el trabajo de Don Miguel Borge en Beneficio de su patria chica y de México.
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