Nos ha alcanzado la historia en cuanto lo que no hemos hecho como nación por la educación del pueblo y los recursos naturales, –entre estos los energéticos– para mantener un equilibrio entre el desarrollo y la explotación consciente y eficiente de los recursos no renovables.
Existen verdades irrefutables respecto a la aún paraestatal mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex) que sin lugar a dudas, tienen que ver con la “educación a la mexicana”, tanto en lo que se refiere a la información como a la formación.
Es cierto que Pemex es una de las empresas estatales con mayor producción de petróleo en el mundo, pero también es verdad que lo que se genera de esta actividad productiva no ha sido canalizado de manera eficiente para el desarrollo nacional, si es que presumimos gran riqueza petrolera.
Pemex ha aportado por décadas dividendos al Estado para sostener en gran parte el gasto corriente nacional y poco es lo que ha logrado invertir en infraestructura de explotación y refinación.
Para la detección de yacimientos petrolíferos y su posible explotación, Pemex ha tenido que recurrir en un gran porcentaje a tecnología y empresas extranjeras y es aquí en donde quizá exista la convergencia entre la educación nacional y Pemex.
No es coincidencia que en estos momentos y en los últimos meses, el debate haya ido subiendo de tono en cuanto a las reformas educativa y energética.
En materia de instrucción y formación, los mexicanos también experimentamos un gran rezago, el cual no se dejará atrás de manera fácil, ni con todos los cambios que ahora mismo se empiezan a practicar. Pero el verdadero círculo vicioso entre la educación, la producción y el desarrollo se encuentra precisamente en el ámbito laboral, ya que existen hoyos negros tremendos tanto para generar empleos dignos como para encontrar a los profesionales creadores de tecnología e innovación.
Las manifestaciones, bloqueos y demás a accesos de recintos legislativos y de justicia que en días anteriores se han presentado sobre todo en la capital del país, son apenas la punta del iceberg contra el que chocaran no sólo las reformas por legislar en el Congreso.
Acta Divina… La mejor opción es privatizar Pemex: The Washington Post.
Para advertir… El Bar Heaven del DF al Estado de México.
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–ciierto en parte, xq no hay empresa petrolera en el mundo, mobil, exxon,shell, etc, q por si posea todas las tecnologias. TODAS tienen q cotratar, en todo el miundo, a tereceras empresas para q les provean de servicios. en este caso deberia ser pemex quien contrate y ser TAN eficiente y rentable como las otras grandes empresas. falacias falaces de los falaces vemde patrias.