DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Cercano ya el inicio de las precampañas (20 de noviembre), los partidos políticos contendientes en la elección federal del 2024 estrecharon los lazos con los otros organismos con los que hará sinergia para contender en el proceso electoral.
Sucede siempre que se producen sorpresas y que los aspirantes sellan compromisos en acciones inesperadas y hasta sorpresivas, aunque en México estamos acostumbrados a que se den los partidos y los candidatos den giros y maromas que llaman la atención.
Las alianzas constituyen en estos tiempos una necesidad para triunfar en un proceso electoral y dar certidumbre a la democracia, pues, lamentablemente, no existen las segundas vueltas y ocurren triunfos con porcentajes ínfimos de votos como sucedió en 2006 con el triunfo presidencial de Felipe Calderón Hinojosa con un 35 por ciento de los votos sufragados y cuyo éxito fue cuestionado por Andrés Manuel López Obrador quien también consiguió un porcentaje similar y las milésimas fueron la base de la victoria del panista.
Otra elección con fríos números del 36 por ciento de los votos recabados fue la de Nuevo León en 2021, en las que Samuel García Sepúlveda triunfo con el 36 por ciento de los sufragios, pero basó para imponerse a los candidatos del PRI y del PAN, los que conjuntamente alcanzaron el 45 por ciento y de haber ido unidos el triunfo les correspondería, pero no lo hicieron.
Las alianzas son extrañas y el rey de las mismas es el Partido Verde, al que la da lo mismo sumarse a un partido de derecha, de izquierda o de centro, pero siempre en alianza o coalición y nunca siendo el eje de las mismas.
El Verde pactó con el PAN una alianza electoral en 2000, aportándole una raquítica aportación de votos, por lo que el ganador, Vicente Fox Quesada, e negó a darle lo acordado que era la secretaría de Medio Ambiente.
Jorge González Torres, dueño entonces de la franquicia que le heredó a su hijo, Jorge Emilio González decidió alejarse de la derecha y acudió hacia el centro, sumándose a los priistas, con los que compitió en conjunto en 2006, 2012 y 2018. Ante la derrota de los priistas volteó los ojos hacia MORENA y encontró la alianza con este partido.
Los votos pocos o muchos que aporten los partidos considerados rémoras, ayudan en muchos de los casos al triunfo, aunque en realidad ayudan a los partidos pequeños en su lucha por la sobrevivencia.
El PRD un partido que en el pasado conquistó varias gubernaturas, siendo un partido de izquierda, disfrutó de las alianzas con un organismo de derecha como lo es el PAN, cuya alianza se inició, primeramente, en los estados y creció a nivel federal, como ocurrió en la presidencial de 2018, en que se dieron las alianzas entre el PRD, PAN y hasta Movimiento Ciudadano, un partido rémora que antes iba solamente con el PRD.
Movimiento Ciudadano fue un partido que busca la unión con otro de mayor dimensión, prefiere ir solo en esta ocasión, ya que piensa que alcanzó la madurez para hacerlo, mediante el triunfo circunstancial de Samuel García en Nuevo León.
Ahora las alianzas hacia el 24 se darán entre priistas (¡quién lo dijera!), panistas y perredistas y por el otro lado MORENA al lado del Verde y el PT.
Sin embargo, la alianza que más sorprende es la que se gestó en Jalisco, donde Pedro Kumamoto, un joven político que sorprendió ganado como independiente una diputación local en Jalisco y siempre manifestaba su interés se seguir su camino sin el respaldo de partido alguno a los que catalogaba como simples negocios familiares dio un paso de lado y anunció una alianza con MORENA, PT y Verde, para contender en Jalisco, lo que resalta el poco interés de la ciudadanía en votar por candidatos independientes.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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