Por Arturo Sandoval
“El cambio y la negociación son intrínsecas a la relación entre la libertad y la dependencia, privilegios que varían con las circunstancias y cuyo grado depende del privilegio que tenga cada persona”. Zygmunt Bauman.
La congruencia es la mayor característica de los integrantes con sus líderes de los partidos de la oposición, de los expresidentes y de los medios de manipulación. Su grado de vileza es de lo más congruente con sus declaraciones en los casos donde la desgracia está presente. El huracán Otis les da tanta cuerda a sus acciones crueles, a su soez vocabulario, a sus convocatorias a no donar, dignas de una compilación de todas las películas de horror en este último Halloween.
Se podría poner a su nivel y colgarles la etiqueta de los más grandes HDP., pero no es hora de eufemismos. Por cada vídeo que suben editado para hacer que AMLO diga lo que nunca dijo por copiar y pegar diferentes partes del video; incluso eliminar escenas de éste para darle su malévolo sentido.
Fragmento de este amasijo del mal, lo forman algunos miembros de la Suprema Corte de Justicia, quien al ver perdidos sus fideicomisos de 15 mil millones de pesos, se meten al carril donde AMLO los pone, para que usurpen la camiseta de generosidad. Nadie, ni sus más cercanos les cree una conducta tan humana.
Sometidos por la justicia de las decisiones de senadores y diputados, no les queda de otra. Eso sí, salvan, por ahora, reducirse sus salarios y prestaciones ostentosas… por ahora, por ahora ¿Seguirán dando amparos exprés a diestra y siniestra? ¿Liberarán más delincuentes sin justificación? ¿Exentarán a más empresarios de pagar impuestos? Parece que lo pensarán, antes de provocar un zedillazo en el final del sexenio.
Esta acción en defensa de los obscenos privilegios de la Suprema Corte, favorece la intención de voto de sus asalariados, en contra de la oposición en el 2024, al ver el enorme engaño recibido, por medio de los ministros con el sindicato, por ser obligados a marchas y hacerlos creer la mentira de que iban a perder salarios y prestaciones. El poder judicial escupió para arriba.
“Sin precedentes” dice Álvaro Delgado sobre el enfrentamiento del dueño del poderoso Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego versus Andrés Manuel López Obrador. Y sin precedentes también, la cabeza de la Suprema Corte de Justicia versus el Presidente de la República.
Se reitera la congruencia de la conducta del empresario tercer más rico del País, don Ricardo Salinas Pliego al defender sus intereses y no querer reconocer el adeudo de impuestos. AMLO dice, que si se demuestra la autoridad dicho adeudo, lo tiene que pagar por ser dinero público, dinero de la gente y que lo resuelva el poder judicial… “bendita esperanza”. Habrá tiro en tribunales.
Estos dos desencuentros del Gobierno contra opositores en complicidad, no deben caerle muy bien a Claudia Sheinbaum. Ninguna herencia política es totalmente pura, parte de ella es maldita y, Sheinbaum quizás meta presión antes de ponerse la banda presidencial. Así, don Andrés puede dar un fuerte coletazo extremo y hacer lo que en algún momento debió pensar: quitar la concesión de televisión a Grupo Salinas o traspasarla a otro empresario en subasta pública. En esta época donde los medios convencionales ya no son el grande negocio de antaño, perder una concesión y recibir dinero por inmuebles, estaciones, equipo, licencias, etcétera, podría favorecer en buena parte al Grupo Salinas para invertir en nuevos negocios, en reinversión en los propios y quizás una parte en política electoral.
Desde luego, como segundo movimiento del Presidente, la “jubilación voluntaria” de parte de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, pero no a todos como lo hizo Ernesto Zedillo.
De hacer una o las dos acciones, AMLO y la 4T., muy probablemente no perdería un sólo seguidor; también probable que no gane más seguidores. Obviamente la oposición se revolcará de coraje hasta botarse las uñas desollando su propia piel. Lo contrario con los simpatizantes de la 4T, cada uno con fuegos artificiales en el pecho de alegría.
En política, por lo general, se hace lo necesario sin mirar si se provoca daño para ganar y hasta lo más ruin para no perder; en este caso puede haber cualquier cambio de ruta de AMLO. Ya lo hizo al no sacar al Ejército de las calles; por qué no dejar el camino despejado a Claudia con el proyecto de la cuarta transformación y eliminar un par de obstáculos peligrosos, patentes y muy poderosos.
NOTA: lo repite AMLO en las mañaneras: “es de sabios cambiar de opinión”