SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
La tragedia de Acapulco causada por Otis, por obvias razones, acaparó la atención de todos los medios de comunicación y de las instituciones gubernamentales, toda vez que se trata de un desastre natural de incalculables proporciones. Aunque a algunas autoridades y personas aún no les cae el veinte del tamaño del problema y el tiempo que se llevará la reconstrucción.
Algunos propietarios de departamentos que los tienen para vacacionar, pero que radican en la Ciudad de México, pensaban que solamente se habían quebrado vidrios y canceles, pero al llegar al inmueble se encontraron con la terrible sorpresa de que el huracán lo había destruido todo por dentro y así quedaron departamentos desnudos y en la destrucción total.
Según cálculos de expertos la reconstrucción de estos inmuebles se llevará cuando menos un año. De modo que el mensaje optimista del gobierno de que las familias de Acapulco estarán felices para diciembre, es una falacia, porque reconstruir la ciudad requiere de una refundación de este importante puerto turístico, que se llevará cuando menos 5 años.
LA TORMENTA QUE AZOTÓ A COATZACOALCOS
Sin embargo, la tormenta tropical que azotó a Coatzacoalcos la semana pasada, provocó daños en todas las colonias y fraccionamientos de la ciudad. Se cayeron postes de luz, las fuertes rachas de viento derribaron árboles y palmeras que dañaron casas, bardas, calles y hasta vehículos. Por fortuna no hubo muertes que lamentar, pero los daños en la infraestructura urbana fueron cuantiosos. Se registraron constantes y largos apagones en distintos puntos de la ciudad y los comercios tuvieron que cerrar, incluso talleres y pequeñas tiendas. Se cayeron espectaculares, se desplomaron estaciones de gasolina, se hicieron socavones y tremendos hoyancos.
De manera que las autoridades municipales tendrán mucho trabajo en los días por venir, ya que las obras que estaban en proceso se detuvieron y obras públicas se tendrá que aplicar en la reconstrucción de las calles, talando y retirando árboles caídos, reparando el alumbrado público, los semáforos y desazolvando la red de drenaje, que ya de por sí se desbordaba por falta de mantenimiento y limpieza, toda vez que el Camión tipo Vactor con que cuenta CMAS no se da abasto para atender a todas las colonias y unidades habitacionales por donde corren las aguas negras de los registros que están totalmente azolvados.
Valdría la pena también que se ordenara un censo de árboles, palmeras y postes que están en riesgo de caerse con cualquier norte que azote al puerto, porque ya se han dado casos de postes y árboles que se han caído sobre los vehículos y motos y han provocado la muerte de sus ocupantes sin que el gobierno municipal haya apoyado económicamente a los deudos.
En los días por venir habrá que estar muy pendientes, porque ha comenzado la temporada de huracanes y con los efectos del cambio climático no estamos exentos de ser sorprendidos por estos fenómenos naturales que cada vez llegan con mayor fuerza. Es momento de que Protección Civil comience a hacer una campaña de previsión, para que la población sepa qué hacer en caso de algún ciclón, huracán o tormenta tropical.
Hasta el momento no se han cuantificado los daños ni en Acapulco ni en Coatzacoalcos, por lo que todavía se desconoce el tamaño del problema que se tiene que resolver.