Ricardo Del Muro / Austral
Después del largo proceso interno de selección del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Eduardo Ramírez Aguilar ha sido elegido como el virtual candidato de ese partido al gobierno de Chiapas, una entidad donde, como ha señalado, “la violencia que se vive es preocupante y se tiene que trabajar en ello”.
Restaurar la seguridad y el Estado de derecho en varios municipios, como Frontera Comalapa, los de la sierra y los ubicados en la zona norte, colindando con Tabasco, será el principal reto que tendrá Ramírez Aguilar, quien será el candidato con mayores posibilidades de ganar las elecciones del próximo año, pues Chiapas, que alguna vez fue el granero electoral priísta, ahora es un sólido bastión morenista y será la residencia de retiro, en Palenque, según lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aún en el caso de que Xóchitl Gálvez lograra ganar la elección presidencial, es muy difícil que su triunfo se replique en Chiapas, ya que la mayoría de los políticos priístas, principalmente los alcaldes, se han convertido en morenistas y la oposición panista tradicionalmente ha sido minoritaria y se ha concentrado en algunos municipios de la costa, pero en la elección de 2018 sólo ganó en Chalchihuitán, Pantepec y Sunuapa, en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano.
En el caso de Tuxtla Gutiérrez, donde el PAN mantuvo el poder entre 1995 y 2004 (con tres presidentes municipales: Enoch Araujo, Francisco Rojas y Victoria Rincón Carrillo, además del interinato de Felipe Granda en 2012), salvo la desafortunada experiencia del gobierno del PRD, encabezado por Juan Sabines Guerrero y los sucesores del PRI y PVEM, que desembocó en la bancarrota, desde 2018 la capital ha estado gobernada por el morenista Carlos Morales, quien logró sanear las finanzas del municipio y ser reelecto en el cargo, además de que también fue un de los principales aspirantes a la coordinación de Morena en la entidad.
Ante este panorama, lo difícil para Ramírez Aguilar no será ganar la elección sino gobernar una entidad que desafortunadamente en este momento padece una espiral de violencia, ocasionada por la feroz disputa entre grupos criminales por el control de la frontera, donde existe una crisis migratoria, además de conflictos intercomunitarios que, de acuerdo con el Frayba, ha originado el desplazamiento forzado de por lo menos 16 mil 755 personas.
Imposible evitar que la inseguridad que se vive en Chiapas se convierta en tema de campaña de todos los candidatos de los diferentes partidos que buscarán el gobierno estatal. Así lo hizo el senador Ramírez Aguilar al inaugurar su Casa de Enlace Legislativo en Tapachula, el 23 de septiembre, donde anunció que se inscribiría a la proceso interno de Morena para elegir al coordinador de los comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
En esa ocasión señaló que “la violencia que se vive es preocupante y se tiene que trabajar en ello con las fuerzas federales, pero primero tenemos que ganar la encuesta y llegado su momento, haremos algo para atender ese tema”.
El compromiso fue reiterado en su tierra natal, Comitán de Domínguez, el 8 de octubre, al iniciar su recorrido (eufemismo de precampaña) para buscar la coordinación estatal de Morena, donde afirmó que su proyecto va a garantizar gobernabilidad, seguridad y estabilidad para Chiapas, pues tiene la experiencia y la base social para conciliar diferencias y construir la pluralidad, además de legitimidad por su trabajo que garantiza el mejor destino del estado.
En la multitudinaria concentración que encabezó en el parque central de Comitán, Ramírez Aguilar sostuvo que a Chiapas “no se le puede ver como el rincón de que ahí se conforman con lo que sea, porque Chiapas ni es para cuates ni para cuotas, sino que es nuestro hogar y nuestro destino”.
Ante sus paisanos se comprometió a gobernar “con carácter y determinación” y afirmó “que la seguridad y la tranquilidad de Chiapas se va a dar, sin miedo, estoy listo, estoy preparado y en el momento de mi vida para asumir el reto”.
Sin embargo, reitero, el tema de la inseguridad en Chiapas, al igual que en el resto del país, será la principal bandera electoral que enarbolarán los candidatos opositores a Morena y será un elemento fundamental en la decisión de las ciudadanos en los comicios del próximo año. En Chiapas todavía falta conocer a los candidatos del Frente Amplio por México, del Movimiento Ciudadano y tal vez, hasta surja un aspirante del PVEM. Tal vez, sean carismáticos y es posible que su discurso sea convincente. Al igual que en la vida, en política, nada está escrito. RDM