DE LINDES
Debido a que Islandia se encuentra en una de las zonas volcánicas más activas del mundo, no es poco común que se perciban sismos que le recuerdan a los ciudadanos que se encuentran sobre un terreno de riesgo constante, sin embargo, aquel país europeo se ha acostumbrado a vivir en una incertidumbre constante, pero lo ocurrido en estos últimos días ha encendido todas las alarmas, porque la actividad sísmica se encuentra imparable y los expertos consideran que es cuestión de días para una posible erupción de los 130 volcanes ubicados en todo el país, o incluso se habla de la posible creación de un nuevo volcán, porque es tanto el movimiento de magma que se está registrando, que la posibilidad de que ésta busque salir a la superficie por cualquier lugar es tan real que incluso, la ciudad de Grindavik ya ha sido evacuada.
Es que desde que el ahora conocido como “enjambre sísmico” iniciara hace un mes, más de 30,000 sismos han sido registrados, e incluso en la noche del 11 al 12 se sumaron 880 más, por lo que no sólo Islandia permanece en estado de alerta, sino el mundo en general, porque hay que recordar que en el pasado, el impacto sobre todo de la ceniza volcánica, ha cambiado la historia mundial, sobre todo si recordamos que en 1783, la erupción del volcán Laki, disminuyó la temperatura de la tierra por tres años, dañando cosechas y provocando hambruna, además de los problemas respiratorios, situación por la cual, lo que ocurre hoy en aquella region del planeta, es un tema de interés internacional.
Lo que es una realidad, es que mientras el tiempo sigue corriendo y los sismos aumentando, los seres humanos nos damos cuenta que contra la naturaleza no hay mucho que hacer más que estar bien informados, y recordar que nuestro principal objetivo tendría que ser cuidar de nuestra planeta, porque como bien dijo Eduardo Galeano; “A las catástrofes las llaman naturales, como si la naturaleza fuera el verdugo y no la víctima.”
JESSICA WOOLRICH