Por Jesús Solano Lira
CRISIS EN ACAPULCO
Es verdaderamente increíble que el presidente Andrés Manuel López Obrador minimice la situación en Acapulco, Guerrero, cuando es más que deplorable. Y no es chisme, perooooooo gente del gobierno federal, esa que sí se ensucia los zapatos, nos confiaron que la situación está más que cañona…. Así como lo lee. A casi un mes del impacto de Otis en Acapulco, no se ha podido remover toda la basura, el olor fétido es intolerable y la escasez de alimentos es cada vez más grave.
Las despensas no alcanzan y en las tiendas sólo tienen unos cuantos productos que no dan para abastecer a un Acapulco que clama ayuda. Y cómo si no pasará nada, el presidente Andrés Manuel López Obrador llama a los acapulqueños a reconstruir sus casas, caray piensa que con unos cuantos pesos los habitantes del puerto van a levantar y recuperar el patrimonio perdido. Insiste en que ellos pueden, pero la realidad es otra. Nuevamente cuestionó a la sociedad civil, esa que se volcó en ayudar, y no sólo eso, se avienta la puntada de que los familiares de los damnificados regresen de otros lugares para reconstruir las viviendas dañadas.
Y subraya que “no vamos a limitarnos en presupuesto, hay dinero suficiente, lo que se requiera para mejorar la situación de su pueblo”, en serio que piensa que el presupuesto es suficiente, cuando las pérdidas se estiman en 15 mil millones de dólares, y no lo digo yo, sino firmas especialistas en análisis de riesgo y expertos en desastres naturales.
A eso agréguele que comienzan los casos de dengue en Acapulco y Coyuca de Benítez. Pues no que todo estaba controlado. Vaya que el tabasqueño de seguro tiene otros datos, los suyos, que no reconocen que Acapulco está en una verdadera crisis.
PORRO HASTA LA SEPULTURA
Martí Batres, jefe de Gobierno capitalino sustituto, había estado calladito, pero su don lo traicionó y despotricó en contra del Frente Amplio opositor, refiriéndose al proceso de selección de candidatos como un total fracaso, al no permitir que compitiera Adrián Ruvalcaba. Señaló que estas divisiones al interior de la oposición, se debieron a la salida de Víctor Hugo Lobo Román, del Partido de la Revolución Democrática.
Con estas declaraciones dejó abierta la posibilidad, para que estos personajes y todos aquellos arrepentidos y decepcionados sean bien recibidos en Morena. Lo que se traduce en que Morena levantará nuevamente puro cascajo de cara al 2024. Comentan que se mordió la lengua, porque en su partido tampoco hay oportunidades, sino dedazos, y que se lo pregunten a Marcelo Ebrard, Omar García Harfuch y Ricardo Sheffield, por citar sólo algunos. Eso dicen.