Por: Mirna Rangel
Cuando surgió el nombre de Alfonso Durazo Montaño como candidato a la gubernatura de Sonora, los analistas políticos y expertos en la materia dijeron “pobres sonorenses, no saben en que manos va a caer el gobierno de Sonora”.
Los malos resultados para salvaguardar la seguridad y la impartición de justicia están generando una crisis en el estado de Sonora factura que le esta cobrando la sociedad al gobernador Alfonso Durazo y su fiscal “carnal” Gustavo Romulo Salas Chávez.
La esperanza de un cambio verdadero en la entidad se ha ensombrecido por el aumento paulatino en los indices delincuenciales que van a la alza y la impunidad de criminales que se han adueñado prácticamente de municipios fronterizos ante la complicidad y apatía de elementos de la fiscalía del estado encabezados por Gustavo Romulo Salas Chávez quien públicamente ha estado señalado y vinculado al espionaje cuando fue titular en el año 2015 como su procurador de la (SIEDO).
En Sonora, la inseguridad es desde hace mucho tiempo algo “normal”, pero ahora las componendas entre gobierno y criminales son descaradas, las autoridades desde las oficinas del gobernador, los servicios de emergencia como la policía, hasta la Guardia Nacional no atienden los llamados de auxilio ciudadano si no hay autorización del narco, si el narco que controla los movimientos y acciones de las patrullas.
Ejemplo de eso, se dio hace unas horas en Hermosillo, concretamente en el Cerro de la Virgen en donde un grupo de madres buscadoras que encabeza la luchadora social Ceci Patricia Flores Armenta, fueron amedrentadas por un grupo criminal que hizo disparos al aire para evitar que se internaran al cerro para llevar a cabo el rastreo de cuerpos en esa zona.
Los disparos e insultos ordenando a las madres buscadoras alejarse, fueron constantes, pese a que ellas estaban acompañadas de policías estatales y agentes de la Fiscalía, así como personal de la Comisión de Búsqueda.
El grupo criminal dejó bien claro que el Cerro de la Virgen tiene dueño y nadie puede permanecer en la zona pues corre el riesgo de ser agredido a balazos o secuestrado y desaparecido.
Un total de 13 madres buscadoras vivieron esa terrible experiencia, y eso demuestra que en Sonora, como en otros estados, no gobierna el gobernador sino los narcos.
En las redes sociales circula un video en el que una de las madres buscadoras dice: “En este momento estamos por el cerro de la Virgen al Sur de Hermosillo con muy poca seguridad; gente armada ha realizado disparos y nos ha gritado insultos para que nos vayamos”.
“Lamentablemente hay seis personas arriba de un cerro, las cuales están gritando palabras obscenas a las madres y ya tiraron detonaciones, por lo cual estamos juntando a las madres”.
La mujer señala que están buscando a otras compañeras que se fueron por otro lado del cerro ante el miedo de ser alcanzadas por los disparos.
La mujer afirma que tienen miedo de lo que está pasando en Hermosillo en cuanto a la búsqueda de sus desaparecidos.
LA GUARDIA NACIONAL NO LLEGÓ
Cuando una autoridad no cumple su obligación, sobre todo los servicios de seguridad y de emergencia, es porque existen órdenes de arriba para hacer que no escuchan.
Eso pasó con la Guardia Nacional que nunca llegó al auxilio de ellas; la Guardia Nacional que tanto presume el presidente de México como la solución de la inseguridad en todo el país, pues nunca llegó al Cerro de la Virgen.
¿No sirven las patrullas?, o hay complicidad de los narcos con las comandancias. Los expertos analistas no estaban errados, con Alfonso Durazo, los narcos gobiernan Sonora.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político