DE LINDES
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia en contra de las Mujeres, razón por la cual alrededor del mundo se llevaron a cabo diversas marchas con las que se busca poner el foco en un problema, que a lo largo de estos últimos años ha comenzado a visibilizarse, dándole voz a las mujeres que antes solían permanecer en silencio, y permitiendo de esta manera que la violencia en su contra fuera normalizada. Pero poco a poco en el mundo se comienza a hacer consciencia sobre el tema y las personas comienzan a tomar responsabilidad sobre lo que cada uno puede hacer para dejar atrás este tema.
Y si bien, muchos señalan que desafortunadamente hay quienes han llevado esta discusión al extremo y han querido que a todo se le etiquete como violencia de género, la realidad es que la mayor parte del enfoque ha ayudado a poner sobre la mesa los cambios necesarios para evitar la violencia en contra de las mujeres, por ejemplo en diversos países de han creado leyes más duras para penar los delitos de violencia doméstica, acoso laboral, etc., lo que sin duda es un avance muy importante que protege a las mujeres.
Si bien aun hay un gran camino por andar para dejar atrás este problema, lo vivido el 25 de noviembre en las principales ciudades del mundo, en donde cientos de miles de mujeres entonaban al unísono cantos en favor del buen trato hacia las mujeres, demuestra que los cambios están en camino a realizarse, que los gobiernos escuchan las necesidades, que las familias aprenden nuevas formas de educar, que las mujeres comprenden su valor y que gran parte de la sociedad está dispuesta a cambiar, porque finalmente comprendió lo dicho por G.D. Anderson, cuando afirmó que; “El feminismo no se trata de hacer más fuertes a las mujeres. Las mujeres ya son fuertes. Es sobre cambiar la forma en que el mundo percibe esa fuerza.”
JESSICA WOOLRICH