* Quien más ha de parar oreja por la respuesta de Claudia a Marcelo, es el presidente de la República, pues de hacerse con el triunfo electoral, es con ella que habrá de habérselas, o cogobernar, o ambos ir de la mano a pasar un día de campo a Huitzilac o a Topilejo
Gregorio Ortega Molina
Hoy, con franqueza lo afirmo, concedo la razón a Jesús Reyes Heroles: lo que resiste apoya. Únicamente la cerrazón fundamentalista, los duros desde el punto de vista ideológico, no lo comprenden y por eso pudren sus distopías políticas y sociales. José Stalin y Adolfo Hitler y Mao lo hicieron. Quizá también el tío Ho y el Jemer Rojo.
Claudia Sheinbaum mostró su verdadero carácter en la respuesta verbal, y pronto en acciones, a Marcelo Ebrard. Él no habló de facciones, sino de una segunda fuerza para apoyar e impulsar a la primera. En lenguaje deportivo refiere a los menos aptos para la contienda por el primer lugar.
Es posible, y en junio de 2024 probable, que la abanderada de Andrés Manuel López Obrador sea la titular del Poder Ejecutivo, lo que no necesariamente se traduce en tener el poder y gobernar, pero dado su comportamiento, lo que traslucen su mirada y la mueca que desea parecer sonrisa, quizá tarde menos tiempo que Lázaro Cárdenas del Río en deshacerse de lo que pronto se convierte en peso muerto. ¿Cuántas veces acudirá a “La Chingada” -como ahora acude por Correo Mayor a Palacio Nacional- a mostrarse obsecuente y decir sí señor?
La otra vertiente consiste en suponer que en el seno de alguno de los grupos que estarán al frente del gobierno, permanezca oculto un Brutus dispuesto a eliminar a su admirado Julio César, lo que no es descabellado, porque sabemos que a Stalin trataron de ejecutarlo, lo mismo que Adolfo Hitler. Los dictadores incuban a sus propios verdugos, incluso en el seno de los confidentes.
Quien más ha de parar oreja por la respuesta de Claudia a Marcelo, es el presidente de la República, pues de hacerse con el triunfo electoral, es con ella que habrá de habérselas, o cogobernar, o ambos ir de la mano a pasar un día de campo a Huitzilac o Topilejo
¿Está en el registro de la historia el nombre de esas personas que sirvieron a Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, y a otros titulares del Ejecutivo -como sus ejecutores de confianza- que debieron cerrar los ojos ante los crímenes políticos, las ejecuciones de los líderes de la oposición? ¿Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez Rojas, Lucio Cabañas? Ninguno falleció porque así lo decidió la Divina Providencia, fue la mano de un sicario.
Claudia Sheinbaum hará la suyo para imponer su sello personal de gobierno.
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