La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con sus torpezas, ahorraron la chamba de la cultura de la cancelación
Dante Delgado y Marcelo Ebrard, son dos personajes que tiene fama de ser eficientes negociadores políticos, sus trayectorias así lo demuestran.
En lo que toca, al ex gobernador de Veracruz, fue encarcelado en la administración de Ernesto Zedillo y, a pesar de este traspié, salió del reclusorio para construir un partido político, mismo que al paso de los años, lo encumbró de nueva cuenta en las elites del poder.
Por su parte, el ex canciller, ha enfrentado situaciones adversas, sin embargo, ha logrado recuperar terreno y mantenerse en primera línea, no olvidemos que, durante el peñato, permaneció en el ostracismo varios años.
Con todo este bagaje, ambos personajes han procedido como novatos en el contexto de la sucesión presidencial de 2024, pareciera que la figura del presidente López Obrador los obnubila y, en consecuencia, se han dedicado a dar palos de ciego, de tal suerte, que el prestigio acumulado por largo tiempo, disminuye merced a sus desaciertos.
En este orden de ideas, ‘Alito’ Moreno y Marko Cortés, eran considerados como las potenciales víctimas propiciatorias de la 4T, pero, contra lo supuesto, han dado batalla al Tlatoani. Aunque no se quiera reconocer, hasta el momento, lograron equilibrar la competencia para impedir un triunfo avasallante de la candidata oficial, claro, el escenario se puede modificar en cualquier sentido.
Ni hablar, los protagonistas de este comentario obtuvieron, por méritos propios, un apartado, en el libro de los ejemplos sobre cómo hacer el ridículo involuntario.