Alberto Martínez Vara
Los tiranos izquierdistas están haciendo su mayor esfuerzo para lograr que México se convierta en un país comunista… Pero no lo van a lograr.
Y no es porque los mexicanos seamos valientes defensores de nuestra democracia y libertades. No lo van a lograr porque…
Le caemos bien a Diosito.
Miren, el Creador nos regaló un territorio enorme, con todas las riquezas: petróleo, bosques, minerales, todo tipo de flora y fauna terrestre y marítima en los dos mares más grandes del mundo. Y todo se lo han robado los gobernantes…
Peeero Diosito, en su infinita sabiduría, se dio cuenta de que nomás no sabemos defendernos solos. Y pa´protegernos nos regaló una frontera de 3,500 km con el país más poderoso y anticomunista del mundo. Los EEUU.
Porque para ellos, un vecino enemigo es peligrosísimo. Tan solo imaginen que el México comunista instalara armamento en esa frontera. Ni los Demócratas ni los Republicanos americanos, permitirán que los comunistas gobiernen al vecino incómodo; por dos razones innegables:
La posibilidad de que los comunistas instalasen en la frontera del México comunista 37 misiles hipersónicos Kinzhal apuntados a 37 ciudades fronterizas americanas y 47 pasos binacionales, que destruirían en 5 segundos.
Además de destruir esas ciudades con todos sus habitantes, eso implicaría 47 agujeros sin control en su territorio: 9 en Arizona, 6 en California, 3 en Nuevo México y 29 en Texas, lo que implicaría una desbandada de muchos millones de mexicanos, centroamericanos, sudamericanos, asiáticos, y chinos. Una marea humana imposible de detener.
Eso seria un “Big problema” para el gobierno americano.
¿Pero saben quién puede evitar eso y hasta suena absurdo?
Los jóvenes mexicanos…
Porque estos chavos van a ser la diferencia en la votación del próximo año. Si estos votantes sacan sus credenciales y votan contra el comunismo se tendría la mayoría. Y como las elecciones van a estar vigiladas meticulosamente por muchos mexicanos y muchos países, especialmente los socios del TLC, no se les va a poder caer el sistema tan fácilmente, ni van a poder usar sus trampas de siempre.
Nuestra obligación es hacer entender a nuestros hijos que están en peligro de perder todas las libertades que hoy gozan y tienen la obligación de defender a su país.
Si los jóvenes se unieran para defender al país, seríamos más de 60 millones de votantes y los comunistas no nos podrían salir con el cuento de que siguen siendo muy populares entre la juventud y adorados por el pueblo.
En resumen, o nos volvemos valientes y rechazamos esta invasión comunista. O seguimos de mariquitas y le rogamos a nuestro vecino nos venga a salvar para proteger su frontera.
No nos vamos a convertir en un país comunista… pero es muy diferente que nuestros vecinos nos hayan venido a defender porque somos cobardes y desidiosos, a que nuestros jóvenes se movieron y votaron todos contra esta amenaza.
De todas maneras, esos 3,500 km de frontera son nuestra salvación y una prueba de que…
Diosito nos quiere.
amv@albertomartinezvara.com