Eduardo Ibarra Aguirre
Por tercera ocasión el presidente Andrés Manuel hizo objeto de críticas el actuar de los abogados del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez en relación con los 43 estudiantes desaparecidos –que en verdad son 40–, al acusarlos de tener y actuar con una doble moral al defender a los normalistas a la vez que a varios de los implicados en la desaparición forzada, durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Así lo planteó López Obrador el lunes 18: “Nos encontramos que los mismos defensores de esta organización promovieron una solicitud para dejar en libertad a quienes habían participado, no todos, pero sí a algunos que habían participado en la desaparición de los jóvenes, alegando que habían sido torturados. Y en efecto, algunos habían sido torturados, otros no. Después de ello, un tribunal colegiado dio un plazo de 10 días para que el Ministerio Público demostrara con el Protocolo de Estambul que se había incurrido en tortura y en caso de no hacerlo, quedarían en libertad. Y como no pudieron demostrar, porque nadie quiso hacer los estudios y era desde luego plan con maña, dejaron libres a 60 involucrados. Y todavía el Prodh lo celebró, diciendo que era una sentencia histórica”.
AMLO solicitó a la Compañía de Jesús “investigar” el actuar de los abogados del Pro Juárez, en particular a Mario Patrón, y denunció que las organizaciones acompañantes impiden que los familiares de los desaparecidos tengan contacto directo con su gobierno. Lo cual es sorprendente que el titular del Ejecutivo lo aceptara cuando no permite la intermediación para los programas sociales ni con el movimiento social.
Mas la respuesta fue de categórico rechazo y cierre de filas con sus abogados. Jura la Compañía de Jesús que “Los jesuitas de México no tenemos que investigar la actuación del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez en el caso de Ayotzinapa, porque la conocemos y respaldamos”. Y el vocero de éste reviró que “Sugerir que incurrimos en prevaricato o conflicto de intereses es falso” porque los juicios fueron directamente iniciados por los acusados, lo que a la larga les valió la liberación debido a la tortura y a que la extinta Procuraduría General de la República no recurrió la determinación de las autoridades judiciales ni presentó nuevas acusaciones en el tiempo correspondiente.
Pero lo más inquietante es que la dirigencia jesuita manifestó su disposición al diálogo a fin que “no se prosiga este debate vía conferencias ni boletines”. Es decir, encuentros en lo oscurito, mientras ellos realizan política abierta, militante, frente al gobierno de la Cuarta Transformación combatiendo desde los púlpitos y en las calles la “fallida estrategia de seguridad” y eximiendo de responsabilidad a la gobernadora de Chihuahua, la incompetente Maru Campos, por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en junio de 2022, a manos del crimen organizado que se movía a sus anchas en la zona.
Inquieta todavía más el evidente afán de la jerarquía jesuita de cancelar cualquier posibilidad de que la ciudadanía se entere de este asunto que debe ventilarse con información documentada y debate respetuoso.
Mientras tanto, le comparto una de las conclusiones de Raymundo Riva Palacio, un columnista fuera de toda sospecha de obradorista: “Las omisiones que señaló López Obrador de (Omar) Gómez Trejo es que tuvo 10 días para presentar, en un tribunal colegiado de Reynosa, las pruebas supervenientes que evitaran su salida de la cárcel, y no lo hizo. En cambio, reclutó a 21 de ellos para fabricar pruebas o para acusar a militares del crimen. Ni Patrón, ni su sucesor Santiago Aguirre dejaron huellas de haber estado detrás de la resolución que favoreció a los criminales, pero expertos, incluso con opiniones antagónicas a las de López Obrador, sostienen que tiene razón, y que Patrón y el Pro estuvieron detrás de ‘aquella aberrante e inconstitucional resolución’ del colegiado tamaulipeco”. Amén.
Felices fiestas decembrinas y hasta el 8 de enero.
Acuse de recibo
De acuerdo con los secretarios generales de la Coordinadora Nacional de las secciones 9 de la Ciudad de México, Pedro Hernández Morales; 14 de Guerrero, Héctor Torres Solano; 22 de Oaxaca, Yenny Araceli Pérez, y 7 de Chiapas, Isael González, es “vergonzoso” que el presidente AMLO “haya preferido irse para inaugurar su trenecito (sic) Maya”, antes que escucharnos. Apoyados por poco más de un millar de profesores, exigen “un incremento salarial de emergencia de 100 por ciento”. La marcha del día 15 duró seis horas y festejaron el 44 aniversario de la CNTE con una cátedra de maximalismo y debilidad… Concluye el año de Francisco Villa con motivo del centenario del asesinato del Centauro del Norte. Valga recordar a los destacados maderistas y después villistas Eugenio, Luis y Adrián Aguirre Benavides, de Parras de la Fuente, Coahuila, tíos de doña Graciela Aguirre Chávez, jefa del clan Ibarra Aguirre.
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